Remolacha roja Globe de Detroit

La Remolacha Globe de Detroit es una variedad estadounidense, lo que le ha dado su nombre, de forma globular. Esta bonita remolacha con piel bastante gruesa y lisa posee una pulpa sabrosa y su cultivo es apreciado tanto por los jardineros aficionados como por los horticultores.

Su pulpa y piel presentan un hermoso rojo oscuro. Su textura permite todas las variaciones gastronómicas: cruda, en marinadas, asada, cocida al vapor, etc.

Las hojas acanaladas de color rojo oscuro son deliciosas preparadas en mesclun o a la manera de las espinacas. Prefiere los brotes jóvenes durante el aclareo, así serán más tiernos. Esta variedad apreciada por los profesionales tiene un rendimiento que interesa al jardinero aficionado. Además, la variedad es muy resistente y es ideal para los cultivos tempranos. Se puede cultivar en contenedor en jardineras en un balcón o un patio, por ejemplo.

Las remolachas son vegetales raíces bienales. El primer año se dedica a la acumulación de nutrientes en la raíz. El segundo año, la planta utiliza esta reserva para producir la floración y luego la formación de semillas. La raíz comestible se cosecha el primer año, pero si desea producir sus propias semillas, deberá esperar al año siguiente reservando algunas plantas para este fin. A veces llamadas zanahoria roja o raíz roja, las variedades de remolachas difieren sin embargo por su color: existen rojas, blancas, amarillas, naranjas o rosas, por sus formas cilíndricas, esféricas, ovales, etc. y por su contenido de carbohidratos. Se clasifican en tres grandes categorías:

• las remolachas hortícolas comúnmente plantadas en los huertos,
• las remolachas azucareras cultivadas en campo abierto para extraer el azúcar,
• y finalmente las remolachas forrajeras destinadas al ganado pero muy sabrosas en la alimentación humana.

La remolacha no solo es un alimento rico en carbohidratos, sino que también es conocida por su alto contenido en vitaminas y minerales, especialmente potasio.

La conservación: una vez arrancadas las remolachas, se dejan secar de nuevo durante un día completo en el suelo. Para conservarlas durante todo el invierno, se recomienda almacenarlas en un lugar fresco y oscuro como un sótano, una bodega. Para optimizar la conservación y preservar al máximo las cualidades gustativas, se pueden enterrar bajo una capa de arena bien seca.

El consejo del jardinero: las remolachas deben plantarse a pleno sol pero también deben permanecer en un suelo fresco. Para mantener estas dos condiciones, piensa en mulchar alrededor de las plantas.