Ajo Therador

El ajo blanco Therador es una variedad originaria de la Drôme, precoz, especialmente productiva y adaptada a climas rigurosos gracias a su sistema radicular. Se planta de septiembre a noviembre, idealmente en octubre, para ser cosechado de junio a julio del año siguiente. "Therador" produce bulbos cubiertos de una piel blanca con reflejos violáceos, sin bohordo floral, compuestos por 12 a 17 cañuelos cada uno. Variedad regenerada indemne del virus OYDV.

El ajo es una planta vivaz muy resistente, cultivada anualmente. Pertenece a la familia de las Liliáceas como la cebolla, la chalota y el cebollino. Se presenta en forma de un bulbo grande, llamado cabeza, con largas hojas planas. La cabeza de ajo contiene varios cañuelos llamados dientes. Son estos los que se plantarán en la tierra y darán origen a nuevas cabezas de ajo.

Se distinguen 3 categorías de ajo: blanco, violeta y rosado. Los ajos blanco y violeta se plantan en otoño. Son bastante precoces, tienen un buen rendimiento, pero su conservación es limitada. Por el contrario, el ajo rosado se planta en primavera. Está bien adaptado para regiones con inviernos rigurosos. Su productividad es menos importante, pero se conserva por más tiempo.

En la cocina, el ajo se consume crudo o cocido. Su sabor picante aromatiza las verduras crudas, las carnes, los champiñones o rellenos. Se utiliza especialmente en el ajoaceite y la mantequilla de caracol. El ajo tiene la particularidad de ser rico en compuestos de azufre y selenio. Picadas finamente, las hojas del ajo blanco o del ajo violeta aromatizan, al igual que el cebollino, las tortillas y los quesos frescos.

La cosecha: El ajo se cosecha cuando las hojas se marchitan, en junio y julio. Arranque los bulbos y déjelos secar durante unos días en un suelo seco y a la sombra (para evitar quemaduras solares). El follaje del ajo de otoño (blanco y violeta) se cosecha en abril y mayo, cuando todavía está verde.

La conservación: Corte las hojas o trénzalas para colgarlas. Almacene el ajo lejos de la luz, en un lugar seco y relativamente cálido, como la cocina, por ejemplo. Verifique previamente que los bulbos no hayan sufrido daños para evitar la putrefacción que podría contaminar toda la cosecha. Las cabezas de ajo se conservan varios meses (de 6 meses a 1 año, siendo el ajo rosado y el ajo violeta los que se conservan mejor que el ajo blanco).

El truco del jardinero: prepare una decocción de ajo para combatir de manera preventiva la pudrición de los semilleros y, de manera curativa, contra los ácaros y enfermedades criptogámicas (causadas por hongos) como el mildiu y la roya. Sumérja 100g (aproximadamente 10 dientes) de ajo fresco triturado en 1L de agua de lluvia y deje reposar durante 24 horas. Hierva a fuego lento, tapado, durante 20 minutos. Deje enfriar (siempre tapado) durante 1 hora. Cuele. Úselo puro: ya sea por riego, para combatir la pudrición de los semilleros, o pulverizándolo sobre el follaje de las plantas (incluida la parte inferior de las hojas) para combatir enfermedades criptogámicas y ácaros. Puede agregar un poco de leche a la mezcla antes de pulverizarla para una mejor fijación en el follaje.

Repita la operación 3 veces con 3 días de diferencia. La decocción de ajo no se conserva y debe usarse en las próximas 48 horas.