Salvia farinacea Victoria Blue - Salvia azul

La Salvia farinacea Victoria Blue es una variedad de Salvia azul que produce grandes espigas de flores de un azul profundo, y se suceden desde el verano hasta las primeras heladas en una bonita planta compacta y arbustiva. Perenne en sus tierras de origen, esta planta se cultiva como anual en la mayoría de nuestras regiones excepto en la zona meridional. Puede cultivarse en macetas, pero preferimos plantarla en grupo en los macizos entre las vivaces, donde resulta muy decorativa. También es una flor muy hermosa para cortar.

La Salvia farinacea es una planta perenne originaria de Texas y México, de la familia de las lamiáceas. Su baja rusticidad y rápido crecimiento la convierten en una excelente anual en la mayoría de nuestros climas. El cultivar 'Victoria Blue' presenta un porte elegante, a la vez erizado y arbustivo, en matas de 45-50 cm en todos los sentidos. Forma ramos de tallos violetas muy originales, cubiertos de un follaje verde grisáceo, con hojas aromáticas lanceoladas ligeramente dentadas, cubiertas en el reverso de una pelusa blanca. De julio a octubre aparecen espigas erguidas y flexibles, cubiertas de pequeños pelos blancos adornados con flores de pétalos de un azul oscuro e intenso. Las salvias farináceas deben su nombre a sus tallos cubiertos de una ligera pruina.

La Salvia farinacea Victoria Blue será perfecta en un macizo, asociada por ejemplo con rosales, rosas de la India o rudbeckias. Realzará las peonías de grandes flores, subrayando su lado romántico. También se puede combinar con gramíneas, gauras, y hacerlas surgir del follaje plateado de las Artemisa blanca. Esta planta también forma bonitos bordillos, a lo largo de los senderos, se puede plantar entre el carraspique (Cerastium tomentosum) que tapizará su base en una dulce armonía de tonos aterciopelados. Sus espigas, similares a la lavanda, se mantienen bien en un jarrón.

Nota: Atención, nuestros plantines en mini macetas son productos profesionales reservados para jardineros experimentados: al recibirlos, trasplántelos y guárdelos bajo cubierta (veranda, invernadero, chasis...) a una temperatura superior a 14 °C durante algunas semanas antes de colocarlos en exterior una vez que los riesgos de heladas hayan sido definitivamente descartados.