Dicranostigma franchetianum

El Dicranostigma franchetianum es una planta anual o bienal rara en el comercio hortícola. Relacionada con las amapolas y el Glaucium, a veces se le llama Amapola amarilla debido a la apariencia de sus flores, en copas simples de un amarillo luminoso. Florecen durante un largo período estival, en tallos ramificados que emergen de un hermoso follaje cortado en lóbulos ondulados de un verde algo glauco. Originaria del Himalaya y China, esta curiosa amapola prefiere la media sombra y suelos ligeros que se mantengan frescos, donde se naturaliza bastante fácilmente.

Existe cierta confusión entre los botánicos sobre la especie Dicranostigma franchetianum, descrita por primera vez en 1993, debido a cierta variabilidad morfológica. Algunos la asocian con el Dicranostigma leptopodum, de desarrollo mucho menos importante. También se le conoce como Chelidonium franchetianum. Es una planta herbácea anual o bienal perteneciente a la familia de las papaveráceas. Se encuentra en las provincias chinas de Gansu, Hebei, Henan, Qinghai, Shaanxi, Sichuan y Yunnan, creciendo en pendientes herbosas, al borde de caminos y campos, en esquinas de muros y taludes rocosos, hasta los 2900 m de altitud. Sus requerimientos de suelo son bajos, siempre que tenga cierta frescura y buen drenaje.

De crecimiento rápido, esta amapola amarilla alcanza unos 60 cm de altura en floración en una temporada, con 30 cm de ancho. Forma un mechón erguido compuesto por una roseta de hojas basales de las que emergen tallos ligeramente frondosos. Las hojas basales son grandes, de 8 a 20 cm de longitud (incluso 30 cm). Las hojas de los tallos son más pequeñas, envainadas en la base. Este follaje está cortado en lóbulos gruesamente dentados, de color verde azulado, ligeramente vellosos y de aspecto satinado. La floración es estival, desde junio-julio hasta septiembre-octubre según el clima y la fecha de siembra. Las flores en copa abierta de 5 cm tienen cuatro pétalos sedosos, ligeramente arrugados, de un amarillo limón puro y fresco. El centro está provisto de numerosos estambres y anteras amarillas. Son solitarias o agrupadas de 2 a 5 en tallos ramificados. Las flores dan paso a frutos que son finas cápsulas oblongas y lineales, de 4 a 7,5 cm de longitud y 2 mm de ancho, que contienen numerosas semillas dispersadas por el viento.

A gusto en jardines salvajes, en jardines de cura y en jardines sin jardineros, las amapolas permiten crear rápidamente y sin esfuerzo océanos de flores infinitamente brillantes, conmovedoras en su simplicidad, en perfecta armonía con la luz del verano. Esta prefiere el ambiente fresco de un claro bosque, pero apreciará el pleno sol si el suelo permanece fresco. Las flores de esta amapola amarilla tienen un encanto loco cuando acompañan a Fatsia, Brunnera o Corydalis a media sombra, así como a todo tipo de vivaces campestres en bordes y macizos soleados. Esta planta anual, al igual que los cosmos, es insuperable para ocupar los taludes alrededor de nuevas construcciones, los espacios libres entre anuales o grandes vivaces de floración tardía como helianthus, gramíneas, margaritas, helenios o asteres. Se naturaliza bastante fácilmente al auto-sembrarse espontáneamente, a veces en lugares inesperados.