Antirrhinum Twinny Appleblossom F1 Hybrid - Boca de dragón enana

Una floración interminable para este dragón enano, también conocido como Antirrhinum nanum Twinny Appleblossom F1 Hybrid, que solo el invierno interrumpe. Florece desde la primavera hasta las heladas con flores muy dobles, tan estrechamente onduladas que las abejas se confunden. Esta variedad magnífica ofrece una variedad de colores en tonos bastante suaves, mezclando el rosa, el blanco y el amarillo, y forma plantas compactas y ramificadas desde la base, muy tupidas. Estas plantas son una elección ideal para los bordillos, los jardines naturales y las macetas de flores. Anuales o perennes, depende del clima y del suelo que las recibe. ¡Qué importa, son tan floríferas y tan originales! Familiares en los jardines de curas, los antirrinos son plantas complacientes a las que se les ofrecerá un suelo fértil y drenado, y mucho sol.

Conocido en los jardines desde 1583, el Antirrhinum majus era el huésped privilegiado de los jardines de monasterios y curas. Esta planta de la familia de las escrofulariáceas es originaria del oeste de la Cuenca mediterránea, donde crece entre las rocas, en las laderas áridas del sur de Francia, hasta la Lozère y Aveyron. Incluso se encuentran plantas arraigadas en la argamasa de los viejos muros que protegen los jardines. La variedad 'Twinny Appleblossom' es única. Se distingue por sus flores sorprendentes, en corolas dobles y fuertemente onduladas donde las abejas tienen dificultades para entrar. Esta perenne de vida breve forma en el año siguiente a su siembra un mechón de 30 cm de altura por 25 cm de ancho, con un porte particularmente ramificado y compacto. Sus tallos erectos, ramificados, están cubiertos de hojas opuestas o alternas, lanceoladas o lanceoladas-lineales, enteras, glabras, de un bello tono verde oscuro. La floración va de mayo-junio a septiembre-octubre, hasta las primeras heladas. Esta variedad ofrece espigas densamente cubiertas de grandes flores en colores suaves, en una mezcla de blanco, rosa, amarillo pálido reunidos en una misma flor.

Los antirrinos forman parte de nuestros recuerdos de infancia. Con sus pequeños hocicos aterciopelados que perfuman cuando se hunde la nariz en el corazón de las flores, son plantas accesibles para todos los jardineros, fáciles de instalar en los bordillos, macizos o rocallas. Al norte del Loira y en suelos pesados, trátelos como anuales, lo que importa poco en vista de su generosidad. Las variedades enanas como 'Twinny Appleblossom' son perfectas para macetas, bordillos y rocallas soleadas, jardines salvajes, jardines aromáticos o 'cottage gardens'. Asócielas, por ejemplo, con nigelas de Damasco, cosmos o amapolas anuales.

El antirrino debe su nombre vernáculo a la forma particular de sus flores que, cuando se pellizcan, parecen bocas.

Atención, semillas reservadas para jardineros muy experimentados acostumbrados a sembrar semillas muy finas. Estas semillas son tan finas como el polvo, apenas visibles a simple vista.