Caléndula Sherbet Fizz

El Caléndula officinalis Sherbet Fizz, también conocido como Caléndula o Caléndula officinal, es una variedad que posee una gama de tonos maravillosa: sus pétalos semidobles son de color beige cerca del centro, acercándose al rosa champán en sus extremos, mientras que el revés y los bordes son de color rojo anaranjado. Esto le confiere un aspecto particularmente suave y romántico. Su floración comienza en el mes de Mayo y se prolonga regularmente hasta las primeras heladas. Además, atrae a numerosos insectos y contribuye a la composición de encantadores ramilletes. Fácil de cultivar, es ideal para los principiantes y recompensa a aquellos que permiten que el jardín siga su curso sin una presencia permanente.

Registrada en jardines desde el siglo XII, la Caléndula posee virtudes utilizadas en diversos ámbitos. Es una planta tintórea, utilizada como pigmento. Pero también se emplea en cosmética, farmacología y homeopatía por sus propiedades calmantes, astringentes, cicatrizantes, antiinflamatorias y hepáticas, entre otras. Por último, su apodo de Falso Azafrán proviene de su uso culinario. En efecto, la Caléndula sustituye ventajosamente esta especia al colorear platos a base de arroz, así como guisos, sopas e infusiones. Cruda, perfuma quesos, ensaladas e incluso mantequilla. Además, desde hace mucho tiempo se ha instalado en el huerto como aliado de otros comestibles, ya que repele los nematodos y atrae a numerosos insectos polinizadores.

Su porte erguido, un tanto abierto, está compuesto por tallos ramificados quebradizos que le confieren un aspecto bastante tupido. La Caléndula encuentra naturalmente su lugar en el macizo y en la maceta, ya sea de manera aislada o en grupo. Protégela, sin embargo, de los vientos fuertes. Sus hojas lanceoladas son aterciopeladas y muy aromáticas al aplastarlas. Su color verde intenso constituye un marco ideal para sus flores de colores cálidos y brillantes, en contraste con un centro marrón oscuro salpicado con un toque de naranja. Con sus largos pétalos semidobles, que en realidad son flores liguladas, embellecen el jardín abriéndose y cerrándose con el sol durante todo el verano. Este periodo se prolongará aún más si cuentas con un clima suave durante el otoño. Además, las semillas de Caléndula se propagan fácilmente de diversas maneras: por el viento, al caer al suelo, pero también al engancharse en la ropa y el pelaje de los animales, ya que estas pequeñas garritas son adhesivas. Por lo tanto, se autosembrarán bastante espontáneamente, ya que su germinación no se verá frenada por el frío y se conforman con todo tipo de suelos, siempre que reciban sol la mayor parte del día.

Con sus colores deliciosos, la Caléndula Sherbet Fizz es imprescindible si deseas aportar calor y suavidad a tus macizos o tus macetas. Combinará maravillosamente con la amplia paleta de los dalias y complementará acertadamente las gráciles gramíneas.