Capuchina enana Phoenix

La Capuchina Phoenix, también conocida como Tropaeolum minus, es una variedad excepcional de Capuchina. Es el resultado de una larga selección: produce flores notables cuyos cinco pétalos están muy recortados y ciliados, formando llamas en tonos de fuego: oro, dos tonos de naranja y rojo. Su follaje permanece clásicamente peltado, lo que crea un bonito contraste de formas.

La Capuchina Phoenix se distingue de otras variedades por su encanto exótico pero también por su fragancia a narciso, especialmente pronunciada por la mañana y por la noche. ¡Un activo adicional para esta planta que no carece de ellos!

Muy fácil de cultivar y de porte compacto (30 cm de alto por 35 cm de ancho), se sentirá igualmente a gusto en el jardín que en su balcón, en maceta o en suspensión. Puede asociarla con otra Capuchina original, la Capuchina de las Islas Canarias, o con otras anuales como el Coreopsis Be Bop o el Cosmos azufrado.

Originaria de América del Sur, la Capuchina ofrece bonitas flores de colores francos, que van del amarillo al rojo, y hojas redondeadas siempre frescas.

La Capuchina lo tiene todo: es fácil de sembrar, crece rápidamente, florece desde junio hasta las primeras heladas, se extiende ampliamente para cubrir el suelo, crear un borde florido o trepar por sus enrejados. También se cultiva muy bien en macetas en balcones y terrazas.

Como guinda del pastel, todas las partes son comestibles: las hojas y las flores en ensalada, así como las semillas, confitadas en vinagre al estilo de las alcaparras. Cierto, atrae a los pulgones que son aficionados a ella. Sin embargo, no se prive de esta bonita planta: en el huerto y en el vergel, es una ventaja ya que desvía la atención (mientras alberga un valioso alimento para las larvas de mariquitas) y protege así sus cultivos.