Digitalis purpurea Apricot

El Dedalera purpúrea Apricot, también conocida como Dedalera púrpura Gigante de Notre-Dame, es una hermosa introducción. Esta gran bienal resistente, o perenne si se cuida podando las flores antes de la formación de las semillas, produce hermosas inflorescencias en espigas de un tono raro, beige rosado profundamente matizado de albaricoque, sobre una roseta de robustas hojas ovales, de un verde profundo. Estas plantas son huéspedes de los claros del bosque que colonizan, en suelos húmedos y bien drenados.

La Dedalera Apricot es un cultivar derivado de la Digitalis purpurea, una planta de la familia de las Escrofulariáceas común en Francia, que aprecia los climas oceánicos de nuestro país. Es una planta herbácea bienal a perenne, que desarrolla a partir de la primavera una amplia roseta de 45 cm de diámetro, provista de hojas pubescentes, de un verde oscuro, dentadas-crenuladas, cuya cara inferior está arrugada en red. Están cubiertas de pelos un poco lanosos, muy claros. En el segundo año, en mayo-junio, hasta 5 tallos huecos pero sólidos emergen de la roseta para llevar a 1,40 m de altura un tallo floral muy denso, compuesto por una multitud de flores tubulares apretadas unas contra otras, abriéndose de abajo hacia arriba. Cada flor en campana acoge un ballet de abejas y abejorros, que vienen incansablemente a abastecerse de néctar y polen. Su colorido es raro y particularmente seductor: un beige rosado, lavado de albaricoque, más o menos moteado y punteado de púrpura.

Instale la dedalera púrpura en sol tenue o media sombra, en suelo rico en humus y fresco, en compañía de rosales antiguos, o de plantas perennes con flores simples como las aquilegias, los acianos, las astrancias o los talictrum. Esta variedad resistente, de porte elevado, le permitirá disfrutar durante mucho tiempo de su floración en una maceta grande en la terraza. Esta planta magnífica, tan salvaje como romántica, también acompañará en claros del bosque geranios perennes, coralitos, el follaje plumoso de los helechos. Disfrute también de esta maravilla en casa, confeccionando suntuosos ramos.

Atención, semillas reservadas para jardineros muy experimentados acostumbrados a sembrar semillas muy finas. Estas semillas son tan finas como el polvo, apenas visibles a simple vista.