Viola Bunny Ears - Violeta

La violeta híbrida Viola wittrockiana Oreja de liebre es simplemente espléndida. Formando matas compactas, esta pequeña planta vigorosa sorprende por la abundancia y la forma de sus flores extraordinariamente coloridas, sobresaliendo dos grandes pétalos alargados y erguidos, que parecen orejas de conejo. Su "rostro", donde compiten y se mezclan el rosa brillante, el morado, el blanco, el amarillo dorado y el negro, hace olvidar las rigurosidades de febrero y acompaña las floraciones primaverales hasta mayo. Más bienal que vivaz, se instalará en cualquier bolsillo de tierra fresca, floreciendo entre las piedras de un muro, en los intersticios de un empedrado, una rocalla húmeda y, por supuesto, en macetas floridas.

Las violetas de jardín, a veces llamadas pensamientos suizos, son híbridos que se agrupan en el grupo de Viola x wittrockiana. Pertenecen a la familia de las violáceas y son cultivadas principalmente como anuales o bienales, aunque en teoría son vivaces, pero de vida corta.

La variedad 'Oreja de Liebre', en francés "Oreille de Lapin", se distingue por su flor curiosamente adornada con largos pétalos, siendo los dos superiores particularmente alargados. Es una planta arbustiva que forma rápidamente matas compactas, de porte redondeado, de 15-20 cm en todos los sentidos. Su floración se produce desde finales de invierno hasta finales de primavera, o desde finales de primavera hasta finales del verano. Solo el calor intenso frena ligeramente su floración desenfrenada, aunque continúan floreciendo si se trasladan a la sombra. Los pensamientos Oreja de Liebre ofrecen flores de pequeño tamaño, pero bien abiertas, de colores ricos e intensos, y de textura aterciopelada. Las flores son multicolores, los dos pétalos superiores son rosa fucsia y morado, mientras que los dos pétalos inferiores son casi blancos. Alrededor de un corazón amarillo brillante irradian pequeños "bigotes" negros, acentuando la vivacidad del colorido. Las hojas verde medio son elípticas y ampliamente dentadas.

Si se aprecian en el jardín, es en maceta, en el alféizar de la ventana, para poder tenerlas a la vista mientras se está calentito, donde los pensamientos serán más apreciados. Por ejemplo, se pueden asociar con prímulas, Alhelíes, muscaris, Muscari, Margaritas… e incluso con gramíneas como el Junco cebra para un efecto gráfico con un espíritu contemporáneo. Esta variedad Oreja de Liebre también permite aportar mucha fantasía a los muros de piedra seca, a las rocallas alpinas o animar los bordes de un camino, en suelo siempre fresco. Asocie los pensamientos con heucheras y tulipanes. El verde azulado de las festucas glaucas también los realza muy bien.

Los pétalos de los pensamientos son comestibles, sus colores aportarán un toque de originalidad a sus ensaladas y repostería. Para ello, piense en cultivarlos como cultivaría sus verduras, de la manera más natural posible.