Eschscholzia californica Apricot Flambeau - Amapola de California

La Eschscholzia californica 'Apricot Flambeau' es una variedad bastante antigua de Amapola de California, que no ha perdido nada de su encanto. Las flores arrugadas de esta amapola están adornadas con una doble hilera de pétalos amarillo crema, marcados con una zona coral en la periferia. Tan hermosas en capullo como completamente abiertas, sus flores dominan un follaje finamente cortado, verde azulado, muy ornamental. Tan cómoda en los pequeños jardines amurallados como en los macizos sofisticados, esta planta soporta con entusiasmo el calor, la sequía y los suelos pobres. Se resiembra muy fácilmente en terrenos ligeros.

La Amapola de California Apricot Flambeau es una selección obtenida a partir de la Eschscholzia californica, una planta anual a vivaz de corta vida, originaria de California y del suroeste de los Estados Unidos. Esta planta con raíz pivotante forma rápidamente un mechón de follaje de 25 cm en todos los sentidos. Sus hojas son pinnadas, finamente cortadas, de un color que oscila entre el verde azulado y el verde grisáceo particularmente atractivo, en contraste con el de las flores. La floración tiene lugar de la primavera al verano, dependiendo de la fecha de siembra. Revela, en medio de su follaje, flores dobles en copas, de textura sedosa, reflejando el sol y abriéndose solo si es generoso. Nacen en capullos albaricoque, luego se abren en pétalos bicolores, amarillo crema bordeados de una zona rosa coral a anaranjada, más o menos ancha. La floración es melífera y nectarífera. Le sigue la formación de largas cápsulas afiladas de 7 a 8 cm de largo, verde glauco, que contienen diminutas semillas.

Las amapolas de California son una bendición para los jardines secos, las rocallas y los jardines a orillas del mar. Se sembrarán en los macizos de vivaces, las zonas naturales del jardín, o incluso en macetas. Son plantas perfectas para jardines sin mantenimiento o de fin de semana. Sus colores se combinan maravillosamente con los azules claros y los malvas. Son bonitas, pero efímeras, en los ramos de flores.