Salvia farinacea Victoria - Salvia azul

Perenne en sus tierras de origen, la Salvia farinacea Victoria, también conocida como salvia azul, se cultiva como anual en la mayoría de nuestras regiones, excepto en la zona meridional. Esta elegante variedad ofrece desde el verano hasta el otoño magníficas espigas de flores azul oscuro agrupadas en tallos violetas que se elevan sobre un follaje verde grisáceo, en una combinación de colores particularmente refinada. Es adecuada para parterres, bordillos y macizos florales. También es una flor muy hermosa para cortar.

La Salvia farinacea es una planta perenne originaria de Texas y México, de la familia de las lamiáceas. Su escasa rusticidad y su crecimiento rápido la convierten en una excelente anual en la mayoría de nuestros climas. El cultivar 'Victoria' presenta un porte elegante, a la vez erguido y arbustivo, en matas de 45 cm en todos los sentidos. Forma ramos de tallos violetas muy originales, cubiertos de un follaje verde grisáceo, con hojas aromáticas lanceoladas ligeramente dentadas, cubiertas en el reverso de una pelusa blanca. De junio a octubre aparecen espigas erguidas y flexibles, cubiertas de pequeños pelos blancos adornados con flores de pétalos azul oscuro e intenso. Las salvias azules deben su nombre a sus tallos cubiertos de una ligera pruina.

La salvia azul Victoria será perfecta en macizos asociada, por ejemplo, con rosales, rosas de la India o con rudbeckias. Resaltará las peonías de grandes flores, subrayando su lado romántico. También se puede asociar con gramíneas, gauras, y hacerlas surgir del follaje plateado de las artemisas. Esta planta también forma bonitos bordillos, a lo largo de los pasillos, se puede plantar entre la carraspique (Cerastium tomentosum) que tapizará su base en una suave armonía de tonos aterciopelados. Sus espigas, recordando a la lavanda, se mantienen bien en un jarrón.