Rosal gallica Officinalis - Rosal de Castilla

La Rosa (x) gallica Officinalis, la Rosa de Castilla, es un rosal arbustivo cultivado en Francia desde el siglo XIII en el jardín de las hierbas por sus propiedades medicinales. Sus cualidades ornamentales y la inusual vigorosidad de esta rosa casi silvestre rápidamente cautivaron a los primeros creadores de rosas que la utilizaron para crear otras formas y variedades, la mayoría de las cuales han desaparecido hoy en día. Rescatada del pasado, esta rosa histórica sigue atrayendo a los amantes de plantas robustas y confiables por su abundante floración estival semi-doble y vivamente coloreada, de un rosa carmesí brillante. Luminosa, extremadamente rústica, tolera la sombra, soporta la sequía y se adaptará a todos los jardines, desde el Norte hasta el Sur de nuestro país.

El rosal Rosa (x) gallica Officinalis, también conocido como Rosa de Castilla, rosa gallica 'Plena', Rosa galliva o incluso Rosa 'Semi-duplex', es considerado una subespecie del rosal botánico Rosa gallica, originario de Europa central y meridional y de Asia Menor. Ya mencionado en occidente en 1583 por Charles de Lécluse, el rosal oficinal fue celebrado en su tiempo por el poeta griego Anacreonte en el siglo VI a.C. Probablemente fue traído a la Galia por la conquista romana y bajo el impulso de Thibaud IV de Champagne, se convirtió en uno de los símbolos de la ciudad de Provins desde 1240. Todos los rosales llamados gallicas son arbustos resistentes y poco exigentes que tienden a retoñar por la raíz cuando se cultivan en sus propias raíces.

La Rosa de Castilla fue lógicamente distinguida con un Premio al Mérito en el Jardín en Inglaterra, por sus cualidades ornamentales pero también por su desempeño en el jardín. Este arbusto bajo, de porte tupido, alcanza aproximadamente 90 cm de altura por 1 m de envergadura, con un crecimiento moderadamente rápido. Su follaje adquiere un tono verde bastante oscuro, es mate y notablemente sano. Florece en junio-julio, larga y abundantemente, con flores semi-dobles a dobles de tamaño mediano que alcanzan 8 a 9 cm de diámetro, agrupadas en pequeños racimos. Los 8 a 15 pétalos que componen la flor están dispuestos en forma de copa plana. De un rosa carmesí brillante, están centrados en un corazón de estambres amarillo intenso y muy luminoso. La floración es seguida por la formación de numerosos frutos llamados escaramujos, de forma ovoide y color rojo-anaranjado a la madurez. El perfume de estas rosas es muy agradable, típico de rosa antigua, más o menos ligero o intenso según la hora y el clima. El rosal gallica, Rosa gallica, muy fértil, es una especie botánica cuya importancia fue crucial en la creación de las primeras variedades europeas.

Posteriormente abandonados por variedades híbridas remontantes, los rosales gallicas siguen siendo rosales sólidos y cargados de historia. Son arbustos como 'Officinalis', 'Versicolor', 'Cardinal de Richelieu' o 'Charles de Mills' que resisten en los viejos jardines abandonados, mientras que muchos otros han tirado la toalla. Luminoso, brillante, sin preocupaciones, el rosal de Castilla contribuye a la exuberancia de los macizos de arbustos de floración estival, de los setos paisajísticos, mezclado con buddleias, abelias o deucias. Su desarrollo modesto le permite integrarse en los macizos de vivaces, donde acompaña maravillosamente a las geranios vivaces, los flox paniculados, la juliana o las bocas de lobo púrpuras. Cualidades excepcionales que hacen olvidar que florece solo una vez, un defecto que no se reprocha a los demás arbustos con flores. Definitivamente merece ser plantado en todos los jardines de amantes de rosas.

Si tienes suficiente espacio, los Rosales Ingleses, Antiguos o Arbustivos, son magníficos plantados en grupos de tres ejemplares. Crecerán juntos para formar un solo arbusto opulento que florecerá aún más generosamente.