Rosal Mme Issac Pereire

El Rosal antiguo Mme Isaac Pereire es imprescindible en el jardín de un amante de los rosales antiguos. Esta impresionante variedad, capaz de formar un gran arbusto o incluso trepar a varios metros, según las condiciones de cultivo, necesita espacio para extender sus ramas vestidas de un follaje exuberante, y mostrar todo el esplendor de sus grandes flores extremadamente dobles, de un rojo-rosa carmesí luminoso, formando un hermoso remolino del cual emana un perfume potente, embriagador y envolvente. Muy remontante si el suelo se mantiene fresco, aún conserva todo su interés en otoño.

El Rosa (x) Bourbon Mme Isaac Pereire es una variedad arbustiva antigua, introducida en 1881 por Garçon, un obtentor desaparecido sin descendencia. Proviene del rosal 'Bourbon', un híbrido de Rosa damascena Semperflorens y de Rosa chinensis 'Parson's Pink China' o 'Old Blush', descubierto en la isla del mismo nombre, hoy conocida como Isla de la Reunión. Otro de sus ancestros es el Rosa odorata ochroleuca, un rosal muy antiguo de jardín chino. De hermosa estatura, forma un arbusto tupido de porte amplio sin ser rígido, que puede alcanzar más de 2.50m  de altura por 1.50m de envergadura. Su follaje caduco y abundante es llevado por tallos flexibles pero sólidos. Su tonalidad es un verde bastante claro, posee una resistencia bastante buena a las enfermedades si no le falta ni agua ni alimento. Florece generalmente en junio, a veces desde mayo, abundantemente, y luego de nuevo en septiembre-octubre, una vez que está bien establecido en un suelo fértil. Produce grandes rosas muy dobles, ligeramente inclinadas, en copas redondas pero bien abiertas, de unos 9 cm de ancho, formadas por numerosos pétalos. Los que se encuentran en el borde de la corola se enrollan hacia afuera, acentuando la forma de botón de esta rosa. Su color intenso y cálido mezcla el rosa fucsia y el rojo. El perfume de sus rosas es potente y cálido, con notas picantes.

El uso del rosal Mme Isaac Pereire es variado, desde los ramos románticos, pasando por los setos paisajísticos, el cultivo como  trepador hasta los ejemplares aislados en un césped. Sus rosas combinan con las flores blancas, azules, moradas o violetas, así como con el follaje plateado de las Artemisa blanca, del Peral de las Nieves (Pyrus nivalis) o del Pyrus salicifolia. También destacará sobre un tapiz de Stachys lanata, y contemplará el paso de las flores de digitales blancas. También se sentirá a gusto en un macizo alto, junto a los cornejos variegados, serbales, viburnos bola de nieve o itea, que realzarán su floración. Merece también, por su maravilloso perfume, ser plantado lo más cerca posible de un paso muy transitado o junto a una pared de la casa, pero no ardiente.