Rosal rugosa Alba

El Rosal antiguo o Rosa rugosa Alba no es otro que la forma con flores blancas del rosal rugoso, un vigoroso rosal botánico con chupones, que forma matorrales impenetrables debido a su vegetación densa y muy espinosa. Florece desde el verano hasta el otoño y posee un hermoso follaje verde y abombado, que se vuelve amarillo en otoño, perfecto para un seto defensivo. Sus flores, agradablemente perfumadas, simples, con pétalos arrugados, dan paso a grandes frutos rojo-naranja, carnosos y comestibles, muy ricos en vitamina C. Muy resistente y sin mantenimiento, es perfecto para la costa, o jardines sin jardineros.

El Rosal rugoso, o Rosa rugosa, es un rosal silvestre originario del Extremo Oriente, habitante de costas y dunas de arena, con una notable rusticidad y buena tolerancia a suelos pobres. Además, es uno de los pocos rosales botánicos remontantes. Se desarrolla en un arbusto denso, de porte redondeado, que puede alcanzar 1,50 m en todas direcciones e incluso más, ya que emite nuevos tallos desde la cepa. Sus tallos, rectos y muy ramificados, son de color marrón y están erizados de aguijones. A partir de finales de primavera hasta el otoño, llevan rosas solitarias o agrupadas de tres, de 6 a 9 cm de diámetro, simples, con 5 pétalos. Los botones, muy puntiagudos, se abren poco a poco, en flores en forma de copa aplanadas. Su textura es sedosa y aterciopelada, con un agradable perfume perceptible a varios metros a la redonda. El follaje, abundante hasta la base de la planta, está compuesto por hojas con apariencia abombada, divididas en 5 a 9 folíolos de un verde bastante oscuro y brillante.  Y al final de la temporada, mientras termina la floración, las ramas se vuelven beige y las hojas adquieren un hermoso color amarillo dorado.

Si la pasión por los rosales botánicos es poco común, está plenamente justificada, especialmente en suelos difíciles o en climas adversos: estos rosales no solo son los antepasados de nuestros rosales modernos, sino que también suelen ser más robustos y confiables. El Rosal antiguo Alba es un rosal florífero, poderoso pero ligero, que llama la atención al menos dos veces al año. Encontrará su lugar en un paisaje de boscaje o defensivo, ya que tiene cuerpo y forma una masa espinosa difícil de atravesar. Se puede combinar con cotinus por los colores de otoño, con lilas fragantes en primavera, con seringats por la misma razón, siendo los buddleias los siguientes en verano, pero también con viburnums que muestran un carácter muy complaciente. Por último, es un arbusto muy resistente, frugal y tolerante con el suelo, espléndido en un seto florido. Sus frutos, sin semillas, permiten hacer deliciosas y vitamínicas mermeladas.