Rosa hugonis

El Rosa hugonis, también conocido como Rosal de Hugo o Rosal amarillo de China, tiene el encanto y la robustez de las plantas silvestres, junto con una hermosa y larga floración primaveral. Uno de los primeros en despertar de su letargo invernal, este rosal botánico florece muy temprano, durante casi un mes, ofreciendo mil rosas simples, con forma de escaramujos, adornadas con un luminoso amarillo pálido. Se distribuyen a lo largo de sus ramas espinosas que forman un gran arbusto con follaje de helecho. En otoño, sus pequeñas hojas de rosa pimpinela se vuelven rojas, como las de los más bellos arces. Perfectamente resistente a las enfermedades, muy rústico y tolerante a la sequía, solo necesita un poco de calor y sol para que sus escaramujos se desarrollen plenamente.

El Rosa hugonis es un rosal silvestre originario del centro norte de China, donde crece en los bordes de los bosques, en regiones accidentadas, a una altitud de entre 600 y 2300m. Fue descubierto por un misionero británico, el reverendo Hugh Scanlan, e introducido en Europa en 1899. Es un gran arbusto de porte redondeado, que puede alcanzar los 2 m en todas direcciones. Sus ramas marrón oscuro llevan espinas planas y rectas, así como cilios en los largos brotes periféricos. El follaje, finamente cortado, recuerda al de los rosales pimpinellifolia. Está compuesto por hojas divididas en 5 a 13 pequeños folíolos ovales de color verde brillante que se tornan marrón púrpura en otoño. La floración comienza muy temprano, generalmente en mayo, a veces incluso en abril en el sur. Es larga y abundante, con una multitud de flores simples, en forma de copa, solitarias, de 5 cm de ancho, dispuestas a lo largo de los tallos. Su color es un amarillo primaveral o un amarillo azufre. Dan paso a pequeños frutos bastante decorativos, de color marrón caoba. En climas poco soleados y húmedos, a veces las rosas tienen dificultades para florecer completamente.

Si la pasión por los rosales botánicos no es muy común, está ampliamente justificada, especialmente en suelos difíciles o climas adversos: estos rosales no solo son los antepasados de nuestras rosas modernas, sino que también suelen ser más robustos y fiables. El Rosa hugonis es un rosal florífero, vigoroso pero ligero, que llama la atención al menos dos veces al año. Encontrará su lugar en un seto de boscaje o defensivo, ya que tiene cuerpo y forma un masa espinosa difícil de atravesar. Se puede combinar con cotinus por los colores de otoño, con lilas fragantes en primavera, con seringats por la misma razón, siendo los buddleias quienes toman el relevo en verano, y también con viburnums que muestran un carácter muy agradable. Finalmente, es un arbusto muy rústico, frugal y resistente a la sequía una vez bien establecido, espléndido en un jardín meridional.