Rosal rugosa Thérèse Bugnet

El Rosal Thérèse Bugnet, nacido en Canadá en 1950, es un arbusto resistente y acostumbrado a los inviernos rigurosos. Este hibrido del rosal rugosa combina la vigorosidad y la salud de los rosales botánicos con la floración recurrente de las creaciones modernas. De gran tamaño, también ofrece la ventaja de ser decorativo durante todo el año : por su madera roja de cornejo bien visible en invierno, por sus rosas arrugadas y perfumadas colocadas sobre un hermoso follaje verde claro desde finales de primavera hasta los primeros fríos, sus bellos escaramujos anaranjados lavados de rojo y finalmente por su follaje otoñal en tonos de oro, bronce y cobre. Destaca en un seto libre o en un paisaje de boscaje, pero no desmerece cuando se planta en un macizo y se mantiene más bajo por la poda. Este rosal, que teme la ola de calor, se adapta especialmente a los climas frescos en verano. 

El Rosal o Rosa (x) rugosa 'Thérèse Bugnet' posee los genes del Rosa rugosa, un vigoroso rosal del Extremo Oriente, así como los de diferentes rosales silvestres norteamericanos y los de un rosal moderno recurrente. Si crece libremente, este rosal forma un hermoso arbusto que puede alcanzar 1.60 m a 1.80 m de altura, a veces más según las condiciones de cultivo. Podado regularmente, medirá aproximadamente 1.50 m de altura por 1.30 m de envergadura. Si no está injertado, tiende a extenderse lateralmente por chupones, lo que lo hace valioso para formar setos impenetrables. Las ramas de este rosal son de color rojo oscuro y casi desprovistas de aguijones. El follaje, caduco, abundante e insensible a las enfermedades, está compuesto por hojas cortadas en 5 a 9 folíolos de un verde claro y brillante con bordes dentados, llevadas por pecíolos rojos, que adquieren colores cálidos en otoño. Sus hermosas flores semi-dobles, anchas de 8-10 cm, con pétalos arrugados, florecen en un color rosa muy vivo, luego se desvanecen un poco. En plena floración, revelan un hermoso ramillete de estambres amarillos que atraen a los polinizadores. La floración comienza bastante temprano en la temporada, hacia finales de mayo, y se renueva en oleadas sucesivas hasta octubre si el suelo permanece fresco. El perfume de las flores, más o menos pronunciado según los observadores, se describe como afrutado con notas de melisa. En este rosal Thérèse Bugnet, parece que los veranos calurosos inhiben la formación de botones florales para la siguiente temporada. La planta produce algunos grandes frutos redondeados que se vuelven anaranjados a rojos cuando maduran. Persisten durante mucho tiempo en el arbusto, realzando su encanto al final de la temporada.

El rosal Thérèse Bugnet, muy resistente y de bajo mantenimiento, es imprescindible en un jardín que deja espacio a la naturaleza Si la pasión por los rosales botánicos y sus híbridos directos es poco común, está plenamente justificada, especialmente en suelos difíciles o bajo climas adversos : estos rosales no solo son los progenitores de nuestros rosales modernos, sino que también suelen ser más robustos y muy fiables. "Thérèse Bugnet" es un rosal lleno de encanto y recursos, que anima el jardín en todas las estaciones. Encontrará su lugar en un seto o en un macizo de arbustos. Para acompañarlo, considere por ejemplo los rosales Nevada, Robusta o Westerland. También se puede asociar con cotinus y evónimos caducos por los colores de otoño, con los lilas si son perfumados en primavera, con las seringas por la misma razón, pero también con los viburnos que muestran, al igual que él, un carácter fuerte.