Rosal Sharifa Asma

Los rosales prefieren una situación soleada (al menos 4 a 5 horas de sol al día), pero protegidos de los rayos ardientes del mediodía y del fuerte viento. Los rosales aprecian suelos sueltos, permeables y ricos en humus. Prefieren un suelo ligeramente ácido, pero se adaptarán a cualquier jardín siempre que el terreno esté bien trabajado y sea suficientemente rico. Para plantar su rosal en maceta, trabaje el suelo en un cubo de 25 cm, desmenuzando bien la tierra y colocando en el fondo del agujero de plantación una enmienda básica como sangre seca o cuerno deshidratado, coloque su planta liberada de su maceta cubriendo la parte superior del cepellón con 3 cm de tierra, rellene y riegue abundantemente para eliminar bolsas de aire. En tiempo seco, es necesario regar regularmente durante algunas semanas para facilitar el enraizamiento. También recuerde proporcionar a su rosal un abono especial para rosas que estimule la floración de las plantas. Los rosales a menudo presentan manchas o aspecto feo a finales de verano, pero esto no afecta a su desarrollo. Estas manchas no son perjudiciales para el rosal, es un fenómeno natural. Siga todos nuestros consejos para remediarlo y consulte nuestro artículo: ¡Socorro! ¡Tengo manchas en mis rosales!