Rosa Dominica Intercomdoor - Rosal de flores grandes

El Rosal Dominica Intercomdoor es una planta particularmente atractiva y fácil de cultivar. Su vegetación, sana y vigorosa, se adorna con grandes rosas dobles que van desde el rojo rubí al rosa fucsia en su madurez, con un ligero perfume a rosa té. Florecen desde el verano hasta los primeros fríos, sobre un follaje verde oscuro decorativo y resistente a enfermedades. Con su magnífica silueta de pequeño árbol y su brillante floración, merece un lugar destacado en el jardín o en la terraza. Y sus rosas, llevadas por largos tallos, también son perfectas para hacer ramos.

Los rosales en tallo se obtienen mediante el injerto de una variedad (aquí el rosal arbustivo Dominica) en un tallo único y bien vertical perteneciente a un rosal diferente (Rosa canina, R. laxa o R. multiflora), siendo el injerto realizado en cabeza. En regiones muy frías, puede ser útil proteger el portainjerto en invierno.

El rosal Dominica Intercomdoor forma parte de la familia compleja de los híbridos de Té modernos, también conocidos como rosales de grandes flores. Es un obtentor de Interplant (NL) anterior a 2008. Injertado en tallo, este rosal arbustivo muestra un porte característico, con un "tronco" delgado y vertical que sostiene una corona semiglobosa, bien ramificada. En su madurez, la planta puede alcanzar 1,50 m de altura por 70-80 cm de envergadura. El follaje es verde oscuro, poco sensible a enfermedades. Sin embargo, puede ser sensible a la Marsonia (enfermedad de las manchas negras) en situaciones húmedas y confinadas. El color del follaje realza perfectamente el de las flores. Este rosal florece de junio a octubre, en abundancia y regularidad siempre que no le falte agua ni nutrientes. Sus grandes rosas de 10 a 12 cm de diámetro son solitarias o reunidas en pequeños ramos, llevadas por tallos largos y robustos espinosos. Cada una está compuesta por 45 pétalos que van desde el rojo intenso al rojo-rosa fucsia. Su perfume, ligero y fresco, recuerda al de las rosas de té. La planta carece de hojas en invierno.

Este rosal en tallo Dominica, con su elegante porte, sus brillantes rosas y su suave perfume, es ideal en el centro de un macizo de vivaces ligeras, a lo largo de un pasillo, cerca de la terraza, aislado en un pequeño jardín cuidado o en una gran maceta en el balcón. Su color rojo es fácil de combinar con todo tipo de flores en el jardín. Por ejemplo, se pueden plantar junto a él campanitas, manzanillas, salvias vivaces, népétas o grandes gypsophiles para aligerar su porte a veces considerado un tanto artificial. Un cubresuelos compuesto por carraspique o alquimila lo realzará perfectamente. Sus flores cortadas, de buena durabilidad, son naturalmente perfectas en ramos.