Rosal Princesse Charlène de Monaco

La Rosal Princesa Charlene de Mónaco, dedicado a la Princesa homónima, forma parte de esas excelentes creaciones de Meilland que combinan el encanto de las rosas antiguas con las cualidades de los rosales modernos. Su gran flor de peonía doble, de tono rosado ligeramente ocre, es contemporánea, impertinente y nostálgica a la vez. Atrapada en sus pétalos, emana un intenso y suave perfume que evoca las tradicionales rosas de mayo. El arbusto, con un crecimiento regular, se viste de un follaje sano, de un verde intenso, y florece hasta los primeros fríos. Destacando en el jardín, sus rosas componen deliciosos ramos, solas o acompañadas de lirios y peonías, por ejemplo.

Princesa Charlene de Mónaco® 'Meidysouk' es un rosal arbustivo moderno con grandes flores lanzado por la casa Meilland en 2012. Esta excelente obtención ha recibido un impresionante palmarés: Medalla de Oro Grandes Flores, Premio de la Ciudad & Premio del Perfume Ginebra 2011, Medalla de Plata y Premio del Perfume Le Roeulx (Bélgica) 2011, Premio del Perfume Saverne 2011. Medalla de Oro Grandes Flores & Copa del Perfume La Tacita (Italia) 2015. Premio del Presidente de la República Grasse 2016, Certificado Baden Baden Wien 2016. Rosa más notable Biltmore (EE. UU.) 2018. Es un pequeño arbusto de porte tupido y regular que alcanza aproximadamente 90 cm de altura por 50 cm de envergadura en su madurez. Su crecimiento es rápido. Produce ramas sólidas, espinosas y bien ramificadas, que sostienen un follaje elegante, de un verde intenso y satinado, muy resistente a enfermedades. De junio a octubre, si se eliminan las flores marchitas y el suelo no se seca demasiado, la planta produce en oleadas sucesivas flores muy bellas de 11 cm de diámetro, en copas ligeramente despeinadas. Están compuestas por 65 pétalos ondulados y se abren en cuartos. Su color, rosa suave en el borde, se calienta con ocre pálido en el centro. Se agrupan en pequeños ramos de 2 a 5 unidades que surgen al final de largos brotes del año o en tallos de 2 años. Su perfume de rosa centifolia es pronunciado, más o menos perceptible según la hora y las condiciones climáticas. Su follaje, caduco, desaparece en invierno.

Princesa Charlene de Mónaco® es un rosal perfecto para parterres y ramos nostálgicos. Se planta aislado entre vivaces bajas como las violetas, geranios vivaces, asteres enanos o aubrietas, por ejemplo: ocultarán su base un poco desnuda después de algunos años. De tamaño modesto, bien tupido, es apto para el cultivo en maceta y resulta ideal para la plantación en grupo de 3 ejemplares. Se integra bien en parterres de arbustos bajos con floraciones veraniegas u otoñales o mezclado con anuales ligeras como las nigellas, por ejemplo. En un jardín a la italiana o a la francesa, se realzará frente a un seto de boj o tejos o rodeado de un seto en miniatura.