Rosal Rosier buisson Eisvogel

El rosal arbustivo Eisvogel® posee el encanto nostálgico de las rosas antiguas, florece varias veces durante la temporada, pero destaca por el colorido muy raro de sus rosas y su excepcional perfume exótico. Son grandes flores que se abren en un torbellino de pétalos morados, rosa lila, rosa viejo claro, con un hermoso brillo rosa cobrizo en el centro. La abundancia de flores del arbusto y su encanto anticuado llegan al corazón del amante de las rosas que le perdonará cierta sensibilidad a las enfermedades si las condiciones de cultivo no son óptimas. ¡Invítelo a un macizo romántico o haga espléndidos ramos con sus rosas!. 

Este rosal de tipo inglés es una creación del rosalista alemán Tantau de 2016. Formará un pequeño arbusto de porte tupido y erguido de 1,20 m de altura por 80 cm de ancho en promedio. Su crecimiento es rápido, y sus tallos espinosos están cubiertos de un follaje verde oscuro dividido en folíolos dentados. Este follaje es caduco, cae en otoño. En esta variedad remontante, las flores florecen en oleadas sucesivas entre junio y octubre. Son de tamaño mediano grande (11 cm), globulares, muy dobles, compuestas por más de 50 pétalos. En este rosal, la floración toma la forma de corimbos, es decir, de ramos que cuentan con varias flores. Su perfume es potente, en un registro afrutado y dulce, será más perceptible en tiempo tranquilo y cálido. Eisvogel es el nombre alemán del martín pescador, el pájaro famoso por su plumaje brillantemente colorido.

El rosal Eisvogel se integra bien en un pequeño macizo, en compañía de flores azules, blancas o rosas. Asócielo con delphiniums anuales, lino azul, lavandas o digitales blancas, por ejemplo. También aportará un toque romántico a los macizos de vivaces y a los grandes bordillos. Los rosales se combinan a la perfección con las mentas de gato, las lavandas, las campanillas, las paniculadas y las clemátides herbáceas o trepadoras de pequeño desarrollo. Finalmente, puede colocarlo frente a arbustos o rosales más altos, usarlo para llenar la base de un pequeño árbol que adornará con mucho encanto.