Rosal Prins Alexander

El Rosal Prins Alexander deleitará a los amantes de las flores románticas. Durante toda la hermosa temporada, ofrece rosas dobles de un blanco nacarado encantador, realzadas con un corazón amarillo a rosa salmón. Florecen en ramos y difunden a su alrededor un perfume intenso y agradable. Con una porte bien compacta, sus tallos muy poco espinosos se visten con un hermoso follaje verde oscuro brillante, poco sensible a las enfermedades. Se puede plantar en solitario o en masa, en un pequeño seto, en un grupo de vivaces, o incluso en una maceta.

El rosal Prins Alexander es un logro del rosaledista belga Lens. Esta variedad reciente fue bautizada por la Princesa Léa con el nombre de su difunto esposo, el Príncipe Alejandro, en septiembre de 2017 durante la Fiesta de las Plantas de Celles, en Henao (Valonia).
Miembro importante de la familia de las Rosáceas, el género Rosa es rico en numerosas especies botánicas y en una multitud de híbridos hortícolas, clasificados en grandes categorías. Históricamente, los híbridos de té provienen del cruce entre los híbridos remontantes (de flores dobles y remontantes) y los rosales de té (o de olor a té), obtenidos a partir de 1833, con bonitas flores medianamente dobles pero poco resistentes, luego abandonados en favor de los híbridos de té de los que forma parte Prins Alexander. 
Esta variedad es particularmente atractiva por su porte denso y compacto, formando un arbusto tupido de 60 a 80 cm de altura por 40 a 50 cm de anchura. Su follaje verde oscuro brillante es muy estético y permanece hermoso durante la temporada, ya que Prins Alexander es muy resistente a las enfermedades habituales de los rosales. Otra gran ventaja, los tallos resultan ser muy poco espinosos, lo que permite disfrutarlo sin reservas. Las flores de un diámetro de 7 cm aparecen a partir de junio y se suceden hasta octubre, siempre y cuando se eliminen las que se marchiten para favorecer la emergencia de nuevas. Con un encanto verdaderamente principesco, su elegancia no deja a nadie indiferente. Dobles, con pétalos medianamente numerosos, en forma de copa, adoptan la forma típica y cercana a la perfección de los híbridos de té. De un blanco nacarado suntuoso, los pétalos del centro adquieren matices amarillos o rosados, a veces ambos a la vez, dando un corazón rosa salmón que realza el contorno blanco. No contentándose con seducir a la vista, también exhalan un potente perfume donde se mezclan la mirra, esa goma aromática procedente de un arbusto oriental, así como efluvios de pera madura. El follaje caduco cae en otoño, la rusticidad de este rosal se evalúa en -15 °C, e incluso un poco menos.

El rosal arbustivo Prins Alexander es poco exigente y de fácil cultivo. Puede integrarlo en un seto bajo florido junto a otros arbustos con flores, como el Filadelfo Little White Love, un seringat enano de flores blancas puras, y también muy perfumadas. Por cierto, será oportuno intercalar una planta sin aroma para disfrutar al máximo de las fragancias respectivas de estos dos arbustos. El Deucia Yuki Cherry Blossom desempeñará perfectamente este papel, con su pequeño tamaño y sus bonitas flores rosadas, o incluso el Veigela florida Naomi Campbell, de flores rosa púrpura y cuyo follaje color chocolate le permitirá crear contrastes interesantes. Y, para variar los colores junto a estas flores blancas o rosadas, juegue con el azul con el Perovskia atriplicifolia Blue Steel, cuya larga floración estival azul lavanda se acompaña de un follaje gris blanco muy elegante.