Rosal Mme Caroline Testout - Rosal trepador

El Rosal Trepador Mme Caroline Testout está dotado de las mismas cualidades excepcionales que su homólogo antiguo de porte arbustivo, pero potenciadas por la formidable vigorosidad de su vegetación sarmentosa. Este excelente híbrido de Té, a veces considerado como el mejor rosal del mundo, se distingue primero por su floración remontante con constancia y regularidad, rica en sus pesadas rosas con un delicado perfume. Sus grandes flores globulosas y bien rellenas se inclinan graciosamente, invitando a sumergir la nariz en sus pétalos de un rosa fresco, profundo y auténtico. Un rosal superlativo, muy encantador, decididamente generoso y notablemente duradero.

El rosal trepador Mme Caroline Testout forma parte de la compleja familia de los híbridos de Té antiguos, también llamados rosales de grandes flores. Es un logro del rosalista francés Chauvry, datado en 1901. Se trata de un rosal sarmentoso dotado de una excepcional longevidad. Presenta un porte flexible y tallos espinosos, alcanzando más de 5 m (a veces 7m) de altura por 2 a 3 m de envergadura, según las condiciones de cultivo. Su amplio follaje caduco, verde oscuro ligeramente azulado, brillante, es particularmente sano y realza perfectamente el tono de las flores. Florece en los brotes del segundo año, primero en junio-julio, en abundancia, y luego de nuevo en septiembre-octubre, pase lo que pase. Sus grandes rosas solitarias, llenas pero un poco despeinadas, de 10 cm de ancho, están compuestas por 20 a 39 pétalos que lucen un tono rosa puro y profundo. Su perfume, fresco y bastante ligero, se clasificará en la categoría de rosas de Té con aromas fenólicos. Nada menos que una docena de rosas creadas por David Austin descienden directamente de 'The Wife of Bath', teniendo como progenitor al rosal 'Mme. Caroline Testout', que sin duda ha contribuido de manera crucial a esta línea de rosas inglesas.

El rosal 'Mme. Caroline Testout' debería estar presente en todos los jardines de rosas antiguas, no solo por todas las virtudes mencionadas anteriormente, sino también porque acepta crecer en condiciones a veces difíciles y florecer incluso en la sombra, sin necesidad de tratamientos ni abonos. Si el rosa de sus flores no es excepcional, resulta fácil de combinar y agradable a la vista, convirtiéndose con el paso de los años en un compañero fiel e indispensable para estructurar la decoración. Es particularmente interesante para aportar exuberancia y color a las zonas un poco sombreadas del jardín. Como los demás trepadores, es incomparable para cubrir muros, mallas y pérgolas, en compañía de una clemátide vigorosa como 'Montana' o 'Prince Charles'. Es un compañero ideal para los árboles muertos que revivirá, o para las cabañas a las que aportará un encanto especial. Enrejado en un arco, constituirá un pasaje romántico y perfumado hasta bien avanzada la temporada.