Pennisetum clandestinum - Kikuyo

El Kikuyo, en latín Pennisetum clandestinum, es una gramínea persistente de origen subtropical utilizada como alternativa al césped en regiones libres de fuertes heladas. Posee un follaje ancho y velloso y forma un denso tapiz de aspecto graso que resiste bien al pisoteo y a la sequía si no es demasiado prolongada. La planta teme las fuertes heladas y su follaje puede amarillear en invierno en caso de heladas persistentes. Este césped que soporta la brisa marina será maravilloso en la fachada atlántica de nuestro país, o en los jardines del Sur un poco regados. Las semillas se siembran en primavera después de las heladas, al sol, en un suelo bastante rico y bien preparado, preferiblemente no demasiado calcáreo.

El Pennisetum clandestinum pertenece a la gran familia de las poáceas, es una gramínea vivaz originaria de África Central frecuentemente utilizada en espacios verdes en clima mediterráneo, ya que aprecia el calor y su resistencia al frío es bastante baja. El Kikuyo tarda un poco en establecerse, pero posee largos rizomas rastreros capaces de colonizar rápidamente el terreno una vez que está bien implantado. Su follaje está compuesto por hojas bastante anchas, cubiertas de pelos y de color verde vivo. Sin cortar, forma un tapiz de 30 a 60 cm de altura, que persiste en caso de invierno suave. Esta planta se adapta a los veranos secos: la falta de agua ralentiza su crecimiento, reduciendo considerablemente el número de cortes en verano. Al reducir los aportes de agua, es posible mantener el tapiz a una altura media de 8 a 15 cm. Se recomienda no cortar demasiado seguido ni demasiado corto un césped de kikuyo. Puede mezclarse con semillas de festuca semirrastrera para una implantación más rápida.

Composición:

• 100 % Pennisetum clandestinum

Uso y dosis:

• Dosis de siembra: 10 a 15 g/m2

En nuestras regiones más secas, un riego por semana puede ser beneficioso para mantener un color verde intenso en el césped de kikuyo. La plantación deberá ser regada regularmente y despejada de las "malas hierbas" durante el tiempo de instalación. Una vez bien establecida, la planta puede volverse invasiva en climas cálidos y húmedos. Ideal en los pequeños jardines de ciudad, el kikuyo es interesante para cubrir taludes, fijando eficazmente el suelo y limitando así los fenómenos de erosión.