Clematis armandii Snowdrift - Clemátide de Armand

La Clemátide armandii Snowdrift es una forma con flores blancas puras y especialmente florífera de la Clemátide de Armand. Esta liana vigorosa es una de las raras clemátides persistentes, que también son más sensibles al frío que las especies caducas. Su floración temprana, en cascadas blancas divinamente perfumadas, comienza desde finales de invierno en el sur de nuestro país, acompañando a la de los almendros para anunciar la llegada de la primavera. Como no se sujeta sola, es necesario guiarla en un soporte como una gran espaldera cuando se instala al pie de una pared. Esta clemátide es imponente plantada en un seto de arbustos en los que se apoyará y que, al mismo tiempo, ocultarán las hojas muertas y marrones que permanecen mucho tiempo en las ramas.

La clemátide armandii es una especie botánica china persistente, robusta y florífera, capaz de cubrir rápidamente grandes superficies. El cultivar 'Snowdrift' se distingue por un desarrollo un poco menos importante, un follaje joven más cobrizo, más denso, una floración un poco más tardía y aún más abundante, y flores un poco más grandes con pétalos más finos. Estas plantas pertenecen a la familia de las ranunculáceas.

'Snowdrift' emite desde su tocón leñoso tallos sarmentosos cuadrangulares de 3 a 4m de longitud. Con el tiempo, esta liana ocupará en el suelo más de 3m de envergadura. El reinicio de la vegetación se anuncia en febrero, con la aparición de grandes yemas florales rojizas. Estas se hinchan y alargan rápidamente para florecer en grandes racimos de yemas. Cada una da lugar a una flor de 7.5cm de diámetro, compuesta por 4 pétalos delgados y blancos puros que rodean un corazón de estambres crema y verdosos. Su perfume, pronunciado, recuerda al de la flor de azahar y de la almendra. Tras la floración, son los jóvenes brotes cobrizos los que se desarrollan en las ramas. Se despliegan en hojas divididas en 3 grandes folíolos coriáceos, profundamente acanalados, barnizados, de un verde oscuro. Estas hojas están tan firmemente unidas a los tallos que les cuesta desprenderse solas cuando se secan. Aparecen entonces amplias zonas marrón-negruzcas, más o menos ocultas bajo el follaje joven. Puede ser útil retirar estas hojas muertas, por razones estéticas únicamente.

La clemátide Snowdrift es una variedad poco rústica que soporta mal los inviernos fríos, especialmente en suelos pesados y expuestos al viento. Plántela hasta en la región parisina para cubrir una pared bien expuesta, muy soleada, donde podrá resistir heladas cortas del orden de -12/-15°C una vez establecida. En cambio, es una estrella de los jardines del sur, al igual que los rosales banksiae con los que se combina bien: resiste perfectamente a veranos secos y calurosos después de 2 a 3 años de cultivo y cuidados atentos, siempre que esté bien instalada en un suelo profundo, bien preparado, enmendado y aflojado. Es mejor evitar que se lance al asalto de una carpa de jardín o una pérgola por dos razones: su follaje persistente oculta el sol en invierno y su follaje seco, que se acumula bajo la vegetación, no es muy estético. Pero la belleza de esta liana y el perfume de sus flores valen la pena unas pocas minutos de poda minuciosa, una vez al año.