Clematis napaulensis Christmas Surprise

La Clematis 'Christmas Surpise' es una variedad de clématide de Navidad muy cercana a la especie botánica Clematis napaulensis, de la que ha heredado el follaje persistente y la hermosa floración invernal en pequeñas campanas blancas-crema ligeramente perfumadas y los frutos plumosos decorativos. En clima cálido, su follaje desaparece en verano y vuelve a aparecer en otoño. Esta variedad resiste bastante bien a la falta de agua en verano y al frío. De estatura modesta, es ideal para cubrir una espaldera, un muro, o un arbusto caduco que ocultará sus tallos desnudos en verano. Instálela también en una maceta grande, con el apoyo de un soporte.

La Clematis 'Christmas Surprise' es una planta trepadora léñosa de la familia de las ranunculáceas, seleccionada recientemente en Francia por los viveros Javoy. Proviene de la Clematis napaulensis, una especie rara oriunda de Nepal y de las regiones cálidas del Sur de China. 'Christmas Surprise' posee tallos finos volubles que se sujetan fácilmente a su soporte. Ella trepará hasta 2 o 2,50 m de altura, y se expandirá en consecuencia. Florece en las ramas del año anterior. Su floración a veces comienza en noviembre, en un follaje completamente nuevo, pero más a menudo, se desarrolla en febrero-marzo, en forma de numerosos racimos de flores colgantes, anchos de 3 a 5 cm, un poco blandos, gruesos, formados por 4 pétalos apenas curvados y ampliamente abiertos sobre un ramillete de estambres cortos de color bronce-anaranjado. Tras la polinización se forman hermosas cabezas de semillas sedosas y plumosas de color blanco-gris que pueden persistir varios meses. Las hojas, de color verde oscuro, ligeramente barnizadas, están divididas en 3 a 5 folíolos lanceolados, con borde liso. Si se mantienen en un clima húmedo en verano, las hojas se enrollan y desaparecen tan pronto como llega el calor estival y su secuencia de sequedad, generalmente hacia el mes de junio, en el sur de Francia.

La clématide 'Christmas Surprise' es una planta bastante robusta, poco exigente, graciosa y muy agradable debido a su belleza invernal. Su único defecto es su rusticidad, a veces insuficiente en suelos húmedos, durante un invierno riguroso. No obstante, resiste a temperaturas del orden de -8 °C a -12 °C, en un suelo bien drenado, al sol y resguardada del viento. El espectáculo de sus flores sigue siendo una maravillosa sorpresa en invierno, incluso bajo la protección de un porche fresco. Debido al ciclo de su vegetación, es interesante, en un jardín seco, hacerla trepar en un arbusto caduco (espirea blanca, serbal oval, evónimo Red Cascade, Cotinus), con un ciclo complementario. Sus racimos de flores decoran sus ramas desnudas en invierno. También acompañará al Lonicera fragantísima, que florece blanco en febrero embalsamando el aire circundante. En clima fresco, es hermosa todo el año. Se puede hacerla trepar en una espaldera, una valla, o incluso en una pequeña estructura de hierro forjado, colocada cerca de una maceta grande en la terraza.