Clematis florida Sieboldii

La  Clematis florida 'Sieboldii', también conocida como 'Bicolor', es una enredadera muy refinada. A finales de primavera y hasta el verano, produce hermosas flores blancas crema, que pueden alcanzar los 10 cm de diámetro. Los estambres forman un sorprendente ramillete violeta en el centro de cada flor. Sin duda, aportará un toque elegante a tu terraza plantada en una maceta grande, pero también al pie de un arco, o incluso enrollándose en un gran arbusto. Ofrécele un sustrato rico, fresco y drenado, a pleno sol o en media sombra.

La clemátide 'Sieboldii' pertenece a la gran familia botánica de las Ranunculáceas - que reúne ornamentales tan variadas como los aconitos, las anémonas, las ranúnculas... Las clemátides han despertado desde hace siglos el interés de los amantes de las flores, y los viveristas se han dedicado a la creación de numerosos cruces cada vez más exuberantes. Clematis florida es una especie originaria de Japón (a pesar de su nombre), que fue introducida en Europa hacia finales del siglo XVIII. Esta hermosa enredadera presenta hojas semipersistentes con 3 foliolos, a su vez divididos en 3 partes. El peciolo de las hojas, al igual que en muchas clemátides, se enrolla sobre sí mismo y permite que la planta se sujete firmemente a los soportes que escala. Las flores son blancas crema, de tamaño mediano, y aparecen entre mayo y julio. En las clemátides, lo que se llama pétalos está formado por los sépalos.
Clematis florida 'Sieboldii' es una variedad de esta especie botánica. De tamaño mediano, unos 2,50 metros de altura aproximadamente, produce flores blancas puras o blancas crema, con pétalos afilados, de tamaño mediano (aproximadamente de 7 a 10 cm de diámetro), al igual que su progenitor silvestre. Pero en esta variedad, los estambres se transforman en un extraordinario ramillete de pétalos violeta púrpura, que forma como una joya colocada en su estuche. Este ramillete persiste un poco después de la caída de los pétalos, lo que le confiere un atractivo adicional.

El cultivo de la clemátide 'Sieboldii' es bastante sencillo: dale un suelo profundo, bastante rico, suelto, fresco pero bien drenado. La única enfermedad realmente temible para las clemátides es la enfermedad del marchitamiento, que aparece en caso de exceso de humedad en la base. Se caracteriza por hojas que se marchitan bruscamente. Para la mayoría de las clemátides, recuerda respetar el lema "cabeza al sol, pie a la sombra": si se necesita una exposición solar relativamente importante para una buena floración, es preferible proteger el pie de los rayos solares demasiado intensos, por ejemplo colocando una teja encima. También se recomienda plantar el tocón en horizontal, para provocar la aparición de varios brotes desde la base de la planta. Cada año, a finales de invierno puedes podar un tallo de cada 2 entre 30 y 50 cm del suelo, para regenerar la madera, ramificar la planta y aumentar la floración. Aprovecha para retirar la madera muerta. La Clematis florida 'Sieboldii' a veces puede sufrir en caso de frío intenso: abrígala en las regiones donde la temperatura desciende frecuentemente por debajo de los -12°C, o plántala en un lugar protegido de los vientos fríos.

Para una escenografía exitosa, proporciona a la clemátide un soporte adecuado: en maceta, que elijas de tamaño suficiente (al menos 25 cm de ancho y lo más profunda posible) un pequeño enrejado puede ser suficiente. En el jardín, una pérgola, con a sus pies el Geranium 'Sirak', o un arco acompañado de la Clematis 'The Vagabond' con grandes flores moradas, o incluso un gran arbusto de floración más tardía como el Lagerstroemia Violet d'Eté serán soportes ideales para realzarla. También se puede dejarla correr por el suelo, emergiendo con alegría entre las plantas perennes.