Conjunto 2 Glicinias compactas

Un maravilloso dúo de Glicinias del Japón, tan adecuadamente llamadas glicinias graciosas. Reúne dos hermosas formas de la Wisteria venusta, menos imponente que su prima la Glicinia de China :  una con flores de color rosa pálido, y la otra con flores de un tono azul malva. Sus racimos más cortos, en tonos pastel perfectamente combinados, se mezclan en un ligero perfume floral, en primavera en ramas apenas frondosas, a veces de nuevo a finales de verano, sumergidas en el follaje. Las glicinias enrollan espontánea y voluptuosamente sus largos tallos volubles alrededor de enrejados, cercas, pérgolas y glorietas. Estas, más adecuadas para jardines pequeños, también pueden instalarse en un gran recipiente en la terraza.

Este dúo está compuesto por una planta de Glicinia del Japón Rosa (variedad Rosea) y una planta de Glicinia Okayama.

La glicinia del Japón o glicinia soyeuse, Wisteria venusta (sinónimo Wisteria brachybotrys) en latín, es una planta trepadora vigorosa de crecimiento rápido, que no alcanzará el tamaño gigantesco de la Glicinia de China. Pertenece, al igual que su prima, a la gran familia de las fabáceas, al igual que el trébol, la alfalfa o incluso los lupinos. Es originaria de Japón y China. Sus largos tallos volubles, que pueden alcanzar los 5 m de longitud, se lignifican con la edad. A veces un poco lenta para establecerse, es una planta robusta, perfectamente resistente al frío, poco exigente en cuanto al suelo (aunque teme la cal activa), capaz de crecer en tierras pobres y secas en verano si son profundas.

Los tallos de la glicinia del Japón giran alrededor de los soportes espontáneamente en el sentido de las agujas del reloj, a diferencia de los de su prima Wisteria sinensis que giran en sentido contrario a las agujas del reloj. El crecimiento de los nuevos brotes es muy rápido, del orden de 2 a 3 metros en una temporada en suelo fresco. La floración principal tiene lugar en abril-mayo, más temprano o más tarde dependiendo del clima, en plantas injertadas bastante jóvenes. Se desarrolla en ramas apenas frondosas ubicadas cerca de los tallos principales lignificados. Racimos cortos, gruesos y cónicos, densamente llenos de flores de pétalos, de 20 cm de longitud, desprenden un aroma más o menos pronunciado según las variedades, en tiempos calmosos. Se abren desde la base hacia la punta del racimo. La planta vuelve a florecer ligeramente durante el verano. Las flores son seguidas por vainas colgantes, aterciopeladas, planas y verdes, que se vuelven marrones al madurar. Las jóvenes hojas bronce aparecen al mismo tiempo que la floración y luego adquieren un tono verde claro. Tienen de 20 a 35 cm de longitud y están divididas en 9 a 11 folíolos redondeados y ligeramente vellosos, dando al follaje un aspecto  lujoso y ligero a la vez. Muy duradera, la Glicinia soyeuse puede vivir mucho más de 50 años. Su floración es nectarífera y melífera. El follaje, caduco,  adquiere un hermoso tono amarillo en otoño, antes de caer.

La glicinia es La planta romántica por excelencia. Una reina en el reino de las plantas trepadoras, capaz de embellecer una fachada o una estructura, por modesta que sea. Cuando dos variedades de glicinia se encuentran y se entrelazan, el espectáculo se vuelve casi irreal. Particularmente útil para cubrir una pared o un enrejado feo, este dúo se enrosca alrededor de un enrejado, un porche o una espaldera. Estas dos glicinias tienden a sofocar a las plantas circundantes. Prefiera para ellas una ubicación solitaria, a pleno sol o en media sombra en climas cálidos. O asócielas, si tiene suficiente espacio, con madreselvas vigorosas, como la Lonicera (x) delavayi, persistente, de floración estival amarilla y muy perfumada o con una clemátide montana Tetrarose.

 Sin embargo, sea paciente: la primera floración de la Glicinia puede tardar de 2 a 3 años en aparecer, según las condiciones de cultivo.