Jazmín de primavera - Jasminum mesnyi

El Jasminum mesnyi (sinónimo J. primulinum) es conocido con el bonito nombre de Jazmín amarillo, quizás por la similitud de sus flores amarillas con las de las prímulas silvestres y porque florecen como ellas, a finales del invierno. Esta especie botánica florífera también es apreciada por su hermosa presencia en el jardín a lo largo de todo el año: su follaje amplio, frondoso y de un verde oscuro brillante, persiste en invierno en climas suaves y realza perfectamente las flores en trompetas a menudo semidobles, grandes para un jazmín. Es una planta hermosa que se puede podar en arbusto o poner en espaldera sobre un soporte. Fuera de nuestras regiones templadas, este jazmín se cultiva sin dificultad en una maceta grande, para guardar en invierno y disfrutar de su floración, sensible a las heladas.

El Jazmín amarillo pertenece a la familia de las oleáceas. Es originario de China (provincia de Yunnan) y de Vietnam. En la naturaleza, esta planta crece en las laderas rocosas o en los matorrales, en condiciones bastante austeras. No muy resistente, este jazmín se puede cultivar en terreno abierto, en las zonas de nuestro territorio donde la temperatura no desciende por debajo de -10°/-12°C durante cortos períodos, pero su vegetación y floración se verán dañadas por las heladas a -5°C.

Este vigoroso arbusto tiene un crecimiento rápido y presenta un estilo difuso. Sus largas ramas rígidas, verdes y de sección cuadrada no se sujetan espontáneamente a un soporte, hay que ponerlas en espaldera. Una alternativa es podarlo después de la floración: formará entonces un grueso arbusto tupido de 1.50 m en todos los sentidos. La floración comienza en febrero en climas suaves y puede prolongarse hasta abril. A veces hay una ligera remontada en otoño, si el tiempo lo permite. La planta produce flores solitarias, de corola tubular, sencillas o semidobles, de 3 a 5 cm de diámetro. Son de un amarillo puro y brillante, ligeramente perfumadas. El follaje, abundante, está compuesto por hojas cortadas en 3 amplios folíolos ovales, de un verde oscuro y brillante. Persistirá en la planta hasta -7°C, en exposición protegida del viento.

El Jasminum mesnyi, si se guía su crecimiento, trepa sobre arbustos, enrejados, arcos, carpas de jardín, barandillas de escaleras o balcones en climas favorables.  Puede ser conveniente instalarlo en lo alto de un muro, del cual caerá en cortinas: esto evita un gran trabajo de enrejado. Por otro lado, si se mantiene mediante la poda, formará un hermoso arbusto tupido, lo cual es preferible cuando se cultiva en macetas y se debe resguardar en invierno. Colóquelo en la terraza en la buena temporada, disfrutará de su generosa floración invernal en la veranda o en el invernadero. Para acompañarlo, se puede elegir, por ejemplo, una clemátide florida de pequeño desarrollo ('Alba Plena', 'Bicolor' o 'Cassis') o incluso una clemátide persistente con floración invernal como la Clematis cirrhosa.