Madreselva de los bosques - Lonicera periclymenum Belgica

 La Lonicera periclymenum 'Belgica' es una variedad de Madreselva de los bosques que presenta numerosas ventajas. De crecimiento rápido, es una excelente planta trepadora para cubrir una espaldera rápidamente. Durante todo el verano, produce flores tricolores, blancas, amarillas y rojas muy estéticas y agradablemente perfumadas. Estas son seguidas por pequeños frutos rojos muy decorativos. Muy resistente, esta planta fácil de cultivar prefiere los suelos húmicos bastante frescos, bien drenados, y crece tanto al sol como a media sombra.

La Lonicera periclymenum pertenece a la familia de las Caprifoliáceas, que nos brinda tantos géneros ornamentales imprescindibles (Abelia, Kolkwitzia, Veigela, Viburnum, Symphoricarpos...) o menos comunes pero igualmente interesantes (Heptacodium o Dipelta, por ejemplo...). La Lonicera periclymenum es nuestra Madreselva de los bosques, cuya área de distribución natural abarca toda Europa occidental, desde España hasta el sur de Escandinavia, lo que demuestra su gran capacidad de adaptación. En Francia, crece de forma espontánea en setos y bosques, preferiblemente en suelos silíceos y ricos en humus. En la naturaleza, desarrolla tallos volubles robustos de 3 m o más que se enrollan espontáneamente alrededor de arbustos y árboles vecinos. Esta Madreselva silvestre ha dado origen a numerosos cultivares con flores de diferentes colores.

La Lonicera 'Belgica' es cercana a la especie tipo, de la que ha conservado la vigorosidad ya que crece rápidamente hasta alcanzar hasta 5 m de altura, e incluso más, con alrededor de 3 m de ancho. Sus tallos robustos sostienen un follaje elíptico, de un verde medio, glauco en el reverso, que persiste más o menos durante inviernos suaves. Las hojas están dispuestas en pares a ambos lados del tallo. En junio aparecen brotes florales coloridos (rojo púrpura) que luego dan, hasta agosto o septiembre, flores tubulares. Estas se forman en el extremo de los brotes del año, y se agrupan en generosos racimos intensamente perfumados que embalsaman durante todo el verano. Muy visitadas por insectos polinizadores, son seguidas por la formación de bayas rojas muy decorativas, de alrededor de 5 mm de diámetro. Estas frutas son muy apreciadas por las aves, pero cuidado, son ligeramente tóxicas para los seres humanos.
Esta Madreselva crece en suelos neutros o ligeramente ácidos, no tolera el calcáreo. Prefiere suelos húmicos, bastante ricos y frescos, e incluso húmedos, especialmente si se planta a pleno sol. A media sombra, será más tolerante en cuanto a la humedad del suelo, soportando períodos secos una vez bien enraizada. Sin embargo, siempre será preferible regarla de vez en cuando en verano para favorecer su floración. Muy resistente (-20°C aproximadamente), esta trepadora resulta fácil de cultivar, solo requiere un poco de poda después de la floración para controlar su desarrollo y rejuvenecer sus brotes.

'Belgica' será magnífica enredada en una pared, en una celosía o una valla, en un arco o una pérgola, preferiblemente cerca de la terraza, la entrada de la casa o una puerta ventana para disfrutar al máximo de su perfume, especialmente embriagador por la noche. Más originalmente, también puede servir como cobertura del suelo en un rincón salvaje del jardín. Se puede combinar con otras trepadoras vigorosas para cubrir una gran superficie, y eligiendo floraciones escalonadas, se puede disfrutar de estas durante gran parte del año. Una excelente elección en este sentido sería adoptar la Clemátide 'Mayleen', una maravillosa variedad con flores rosadas y muy perfumadas en mayo, que precederá así a nuestra Madreselva. Y en climas no demasiado rigurosos, la Pasiflora caerulea te encantará a finales de verano y hasta octubre con sus floraciones esculturales de diseño único.