Parthenocissus viteacea - Enredadera de matorral

El Parthenocissus viteacea también conocido como Parthenocissus inserta es similar a la verdadera vid virgen, el Parthenocissus quinquefolia. Se distingue por tener zarcillos sin ventosa. Por lo tanto, es una vid que no se adhiere sola y necesita un soporte para trepar. Así, no corre el riesgo de dañar las paredes. Resistente y fácil de cultivar, es apreciada por su característico follaje, cortado en 5 folíolos, de un verde brillante con matices rojo carmesí en otoño. Se enreda en un árbol o decora con su vegetación una fachada donde se han instalado tutores, enrejados o cables. Entonces, uno espera con ansias la llegada del otoño para apreciar su flamante coloración roja.

El Parthenocissus viteacea también es conocido como Parthenocissus inserta debido a que su clasificación todavía está sujeta a debates. Es una planta de la familia de las vitáceas, al igual que las cepas utilizadas para la elaboración del vino. Es un arbusto sarmentoso, originario de América del Norte, común en el sureste de Canadá, y en una amplia área de los Estados Unidos, desde Maine, Montana, Nueva Jersey y Missouri en el este, hasta Texas y Arizona en el oeste. Esta vid virgen indomable y muy resistente se ha naturalizado en muchos países como Francia y Inglaterra. Se considera una especie invasora en Suiza. La planta, de crecimiento rápido, alcanza fácilmente los 15 m de altura, con una extensión de 10-15 m. Tiene hojas caducas, de 8 a 20 cm de largo, con 5 folíolos dentados, ovales, de un verde medio y lustrosas. En otoño, el follaje cambia gradualmente a tonos de naranja, rojo carmesí y púrpura. En el tallo, en el lado opuesto al punto de inserción de la hoja, se desarrolla un zarcillo o un racimo de flores. Cada zarcillo tiene 7 u 8 ramificaciones que se curvan para formar un pequeño gancho, sin disco adhesivo en los zarcillos. La floración, bastante insignificante, ocurre en junio-julio, dando paso a pequeños frutos azul-negro no comestibles para los mamíferos, pero apreciados por las aves.

Esta vid virgen es resistente hasta -25°C, crece en suelos profundos, preferiblemente arcillosos, en lugares sombreados, semisombreados o incluso soleados. El color del follaje tiende a perder brillo a pleno sol. Una vez bien establecida, la planta soporta muy bien la sequía, lo que permite plantarla en los límites de un gran jardín, en un lugar un poco salvaje, en una pendiente sombreada que nunca se riega, incluso en el sur. La poda sin restricciones en cualquier época del año mantiene la planta en su espacio. También es una buena planta para setos, para combinar con una clemátide vitalba o un madreselva delavayi por ejemplo. Generosa, amplia y brillante, la Parthenocissus viteacea es una trepadora fácil de cuidar, ornamental y muy útil para cubrir paredes y fachadas en todas las regiones, debido a sus propiedades como regulador térmico para edificios.

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