Aptenia cordifolia - Rocío

La Aptenia cordifolia, también conocida como Doroteanto o Aptenia de hojas en corazón, es una planta vivaz con hojas suculentas pequeñas, similar a las Delosperma. Es otra planta sudafricana que se destaca por el inimitable brillo de sus pequeñas margaritas rosa carmín, cuyos pétalos brillantes juegan con la luz. El espectáculo de su vegetación en flor se renueva durante un largo período. Sus hojas persistentes y carnosas, cordiformes, no carecen de atractivo. La Aptenia cordifolia adora el sol, el borde del mar, los suelos pobres y soporta los veranos muy secos. Tolera ocasionalmente heladas del orden de -5°C, pero es una planta frágil, para cultivar en macetas o como anual en muchas regiones.

La Aptenia cordifolia pertenece a la familia de las Aizoáceas. Esta familia está representada por un gran número de plantas suculentas vivaces originarias de Sudáfrica, África Oriental y Madagascar, que se adaptan perfectamente a climas cálidos y secos y a condiciones de borde marítimo. Se instalan entre las piedras, rocas o en laderas secas, siempre que encuentren algo de sustrato. Si tu región experimenta heladas, coloca la Aptenia cordifolia en maceta o en un recipiente que llevarás adentro durante el invierno. Rastrera y rampante, alcanza hasta 1 m de envergadura por 5 a 10 cm de altura. La planta tiene tallos cilíndricos de un verde grisáceo, muy ramificados; sus hojas persistentes, carnosas, de un verde brillante, ovales, anchas, de 2 a 3 cm de largo, son en forma de corazón, de ahí su nombre. En verano y otoño, florecen flores solitarias de 1 a 2 cm de diámetro, en forma de margarita, con pétalos muy delgados y alargados, de color rosa carmín, alrededor de un centro amarillo. En climas suaves, la floración puede extenderse más allá.

Si te gustan los Delosperma, te encantará la Aptenia cordifolia. Se siente bien en jardines costeros junto a los Sedums, las siemprevivas y otras pequeñas plantas vivaces como las margaritas sudafricanas (Felicia, Osteospermum, Dimorphoteca). En macetas o en terreno abierto, planta varias especies de estas pequeñas suculentas sudafricanas para formar un tapiz multicolor deslumbrante, fácil de mantener, durante un largo período.

Las hojas de la Aptenia cordifolia son comestibles: aportan un ligero sabor ácido a las ensaladas.