Dyckia Burgundy Ice - Hoja de Sierra

El Hoja de Sierra 'Burgundy Ice' es una planta vivaz cuya silueta intriga tanto como seduce. Esta planta de aspecto exótico forma una roseta de largas láminas foliares muy afiladas, adornadas con pequeñas acículas curvadas que es mejor evitar. Persistente, su diseño distintivo y su color púrpura oscuro brillante la hacen particularmente atractiva. La planta se va ensanchando poco a poco al producir retoños en la base y termina formando un cojín bajo, más ancho que alto. En verano, surgen del rosetón maduras bohordos florales que muestran en su extremo unas pequeñas flores de un naranja vivo. Con una rusticidad baja a media, este Hoja de Sierra puede ser cultivado en terreno abierto en climas suaves, o en macetas para resguardarlo en invierno en climas demasiado rigurosos.

El Hoja de Sierra pertenece a la familia de las Bromeliáceas, que cuenta con una cincuentena de géneros dispersos principalmente en las zonas tropicales de América del Sur. Muchas especies son epífitas, es decir, crecen sobre un soporte como un árbol, y algunas son terrestres, siendo la más famosa la Piña. En esta segunda categoría, se encuentran muchas plantas ornamentales, como la Guzmania o el Billbergia, cultivadas en interiores, pero algunas también pueden ser plantadas en exteriores en climas suaves, como la Puya o el Hoja de Sierra, cuyas rosetas presentan una clara similitud. Según las clasificaciones botánicas, se estima que el número de especies de Hoja de Sierra ronda las 200, originarias de América del Sur y mayoritariamente de Brasil. La planta también es conocida por sus antiguos nombres de género Garrelia y Prionophyllum.
'Burgundy Ice' es una variedad hortícola particularmente decorativa en cualquier estación con su follaje persistente y colorido. Parece ser un híbrido de Dyckia platyphylla, una especie botánica que crece de forma natural en el estado de Bahía (centro-este de Brasil), capaz de resistir hasta -8°C a pesar de su origen tropical. La planta salvaje tiene hojas verdes, que tienden a volverse moradas al sol, resaltadas por dientes blanquecinos en su borde, y produce una floración amarillo anaranjada. 'Burgundy Ice' sería entonces una mejora más ornamental que la especie tipo. Esta vivaz de crecimiento lento forma una roseta inicial compuesta por hojas muy afiladas, cuya anchura disminuye progresiva y regularmente desde la base hacia la punta terminada en acícula. Estas hojas están provistas de cortas agujas, sin embargo, temibles para las manos, curvadas hacia abajo, y cuyo color blanco-amarillento contrasta bellamente con el color oscuro de la lámina foliar. Al sol pleno, las hojas adquieren un tono burdeos oscuro, de ahí el nombre bautismal de la planta, mientras que en una luminosidad más baja, tienden a ser de un verde oscuro un tanto metálico. Con el tiempo, el Hoja de Sierra se ensancha emitiendo retoños en la base que a su vez forman rosetas que tienden a superponerse un poco y entrelazarse, otorgando al macizo un aspecto despeinado muy decorativo. Después de 10 años de cultivo, el cojín bajo así desarrollado alcanzará aproximadamente 30 cm de altura por 40 cm de anchura. Las rosetas maduras producen una bonita floración estival en forma de bohordos florales que se elevan hasta 70-80 cm de altura. Su extremo consiste en una espiga de pequeñas flores sésiles (sin pedúnculos florales y por lo tanto fijadas directamente en el eje floral), sensiblemente tubulares, con la extremidad ensanchada. Midiendo más o menos 2 a 3 cm de largo y en número de unas quince, atraen sobre todo por su color de un naranja vivo, matizado en el centro por el amarillo de los estambres.

Con su porte bien compacto, el Hoja de Sierra 'Burgundy Ice' podrá ser fácilmente cultivado en macetas para ser resguardado en invierno en regiones demasiado frías para acogerlo en terreno abierto, aunque su rusticidad (hasta -10°C en condiciones drenantes) es totalmente respetable para una Bromeliácea. En las zonas litorales atlánticas, y en el sur (donde se requerirá un riego estival), podrás instalarlo en una rocalla para constituir una escena tan exótica como sea posible. Asócialo con otras plantas de silueta distintiva como las Mangaves con hojas tan decorativas. En zonas más frescas, opta más bien por el Aloe striatula, con un aspecto tan exótico con sus hojas que evocan a sus primas de países cálidos y su generosa floración amarillo anaranjada en candelabros. Para no limitarte a los portes en roseta y variar las siluetas, adopta el sorprendente Cylindropuntia kleiniae, mucho más rústico de lo que su aspecto de cactus del desierto sugiere. Sus tallos cilíndricos y sus flores efímeras, pero magníficas, no tienen igual para crear un ambiente con acentos lejanos.