Anthoxanthum odoratum - Hierba araña

El Anthoxanthum odoratum o Pasto de olor es una pequeña gramínea común en prados, bosques y pastizales de nuestro país. Con un aspecto modesto, en pequeño mechón de finas hojas erectas, esta especie tiene la doble ventaja de resistir bien a la falta de agua y de sembrarse fácilmente en suelos ligeros. Su cabellera rubia en invierno no carece de encanto, al igual que sus vistosas espigas de flores verdes. A veces cultivada como planta forrajera, el pasto de olor emana un fuerte olor a cumarina, que nos recuerda al del heno. De hecho, es esta molécula la que, presente en los campos cultivados, le da su olor al heno. Es la misma molécula que está presente en la Hierba de San Roberto que emana el mismo aroma. Muy resistente y de una sobriedad ejemplar, esta pequeña planta es bonita en rocalla y valiosa para cubrir el suelo en cualquier tipo de terreno, al sol o en semisombra.

El Anthoxanthum odoratum, el Pasto de olor, es una pequeña hierba de la familia de las poáceas muy común en Francia, extendida por casi todo nuestro territorio, donde se encuentra creciendo en suelos pobres con tendencia ácida. Es una planta herbácea perenne cespitosa, no invasiva, de corta vida. En su etapa adulta, alcanza una altura de 40 a 50 cm, con 20 cm de ancho. Sus hojas son largas, estrechas, erectas y finas. De color verde glauco en primavera y verano, se vuelven amarillo paja en invierno. La floración ocurre de abril a julio, dependiendo de las regiones. Se presenta en inflorescencias de 5 a 7 cm, en panículas ligeras, que llevan espiguillas primero verde amarillentas que se tornan amarillo paja en otoño. Las semillas se forman a finales del verano. Son dispersadas por el viento y aseguran ampliamente la perennidad de la especie en el jardín y en la naturaleza.

Muy resistente incluso por debajo de -15°C, el Pasto de olor es una planta perfecta para jardines secos a frescos y zonas donde la tierra es pobre, arenosa o pedregosa. Se utiliza en macizos bajos, en bordes, o incluso en rocallas, espaciada para destacar un espacio, o plantada en masa para formar un tapiz espeso y denso. Crea bonitos contrastes con las festucas azules, y sigue siendo decorativa durante todo el año. Con un espíritu muy contemporáneo, puedes crear pequeñas escenas colocando alrededor de tus cojines de Festucas gravilla clara o de colores, arena o incluso puzolana, lo que también limita la proliferación de malas hierbas.