Hierba de búfalo - Hierochloe odorata

La avena olorosa es una gramínea vivaz con rizomas subterráneos rastreros, aunque menos invasiva que nuestra grama. Su vegetación es caduca: en primavera emerge del suelo un follaje verde brillante, compuesto por finas hojas lineales flexibles. En conjunto, forman matas de 60 a 70 cm de altura en flor. En terreno abierto, la planta puede cubrir 1 m² en un año en buenas condiciones. Las hojas contienen una molécula muy aromática llamada cumarina, cuyo aroma es similar al de la vainilla. Se utilizan en aromaterapia y para perfumar algunos licores. La floración, también de aspecto modesto, ocurre en junio-julio. Del follaje emergen pequeñas espigas de flores blanquecinas a verdosas.

Esta pequeña gramínea aromática solía utilizarse para perfumar las iglesias, y en la actualidad, en los Estados Unidos, sigue siendo muy apreciada para el cultivo en macetas y suspensiones junto a plantas con flores, ubicadas cerca de la casa para disfrutar de su agradable aroma. En este caso, se utiliza un sustrato a base de turba sin fertilizantes, y se riega con agua de lluvia o agua de la ciudad no calcárea. Si ha creado un humedal o una charca en su jardín con tierra arcillosa y ácida, puede instalar la hierba de búfalo en sus orillas, a una profundidad muy baja. Prospera al sol o en semisombra, en suelos ácidos, pobres en nitrógeno, turbosos o humíferos, que permanecen frescos a húmedos.