Carex flagellifera Kiwi

El Carex flagellifera 'Kiwi' es una variedad espectacular por los tonos variados de verde claro casi fluorescente que lleva en su follaje. Se trata de una vivaz de follaje graminiforme que forma un macizo erguido de hojas finas, flexibles, verde claro a verde amarillo con puntas cobrizas, cayendo graciosamente en cascadas. Luminosa y persistente, embellece el jardín durante todo el año y atrae la luz en rincones más sombríos. Esta ciperácea no es exigente, siempre que el suelo no sea demasiado seco ni demasiado pesado. Crece rápidamente y fácilmente, tanto a la media sombra como a plena luz. Es una planta ideal en masa para formar bordillos de tamaño mediano o dispersa en grupos para dar un efecto más natural y una estructura más permanente al jardín. También es adecuada para macetas y jardineras donde su follaje suelto será especialmente destacado.

El Carex flagellifera también se llama Cárice flagelado, probablemente debido a sus largas y delgadas hojas rizadas que se asemejan a 'látigos', similar en apariencia al Carex buchananii y al Carex testacea, con colores muy ornamentales durante todo el año. El Carex flagellifera (sinónimo de Carex lucida) es una planta de la familia de las ciperáceas, originaria de Nueva Zelanda. La variedad 'Kiwi' forma un macizo despeinado de porte derecho, cuyas puntas caen al suelo de 80 cm de altura por 40 centímetros de ancho. Tiene tallos florales que se asemejan a hojas, alargándose con el crecimiento del fruto, y que finalmente se inclinan en una masa enredada en el suelo. Más que por su floración, insignificante, es por su aspecto de melena un poco loca y su colorido luminoso y ácido que esta planta vivaz, de cultivo fácil en suelo drenado, es apreciada en el jardín. ¡Simplemente rodearla de flores naranjas y la mezcla es magnífica!

Cultivamos esta ciperácea en un jardín de gramíneas, muy bien expuesto, en una pendiente orientada al sur. Es una 'hierba' encantadora y muy versátil que se adapta a cualquier suelo no demasiado seco ni demasiado arcilloso. Esta vivaz muy resistente puede ser utilizada en zonas difíciles como jardines urbanos, como cubresuelos, donde puede desempeñar un papel importante en la fijación del suelo, en taludes. También es una buena planta para contenedores, para colocar en el balcón o la terraza. El Carex flagellifera 'Kiwi' marca el espacio con su melena de verde amarillo y naranja, incluso al final de un día invernal soleado, bajo un sol amarillo y rasante. Se podría imaginar una bonita escena invernal donde dominarían las "hijas del viento": esta ciperácea flagelada acompañada de gramíneas como el Stipa tenuifolia o capillata, el Muhlenbergia capillaris, la Avena Azul (Helictotrichon sempervirens) cuyos macizos estarían intercalados con pequeños arbustos persistentes como brezos de Darley o la germandrina. Plantada en masa a lo largo de un camino o una alameda, resaltará y suavizará el trazado, en un jardín contemporáneo o campestre.

Entre las 1000 especies de ciperáceas que crecen en todo el mundo, sería curioso que no encontrara una que le convenga. Se encuentran en todos los ambientes donde crecen plantas. Algunas se adaptan muy fácilmente a muchas situaciones y a cualquier tierra de jardín, otras, por el contrario, deben ser cultivadas en el medio muy particular que les corresponde. ¡Haga su elección!