Carex morrowii Ice Dance

El Carex morrowii 'Ice Dance' es una forma natural del C. morrowii encontrado en Japón. Esta variedad difiere de la especie botánica, principalmente por su foliaje más ancho, bordeado de plata-crema en el borde y por su propagación a través de estolones subterráneos que le permiten formar hermosas matas densas sin volverse invasivo. Preferirá un suelo rico, fresco y húmedo, incluso arcilloso, que no se seque demasiado en verano. Le gusta la media sombra y tolera bastante bien la competencia de otras plantas, como las que componen un seto, por ejemplo. 

El Carex morrowii 'Ice Dance' es una ciperácea perteneciente a la gran familia de las Cyperaceae, originaria de Japón. Esta pequeña gramínea con rizomas cortos forma una mata densa, de porte compacto, erguido y colgante, de alrededor de 40 cm, un poco más alta que ancha. Sus hojas, persistentes, arqueadas, envainantes en la base, miden 5 mm de ancho y cerca de 40 cm de largo. Sus bordes son afilados y sus puntas colgantes. Su color es un verde oscuro, particularmente brillante, con reflejos azulados a contraluz. Cada una está bordeada por un ribete bien definido de color claro. El follaje sigue siendo decorativo todo el invierno, incluso cuando la temperatura desciende por debajo de -13°C, como experimentamos en enero de 2009. En julio-agosto aparecen, entre el follaje, espigas cortas de 2 a 4 cm de color crema sostenidas por tallos delgados de 35 cm de altura. En la madurez, adquieren un color marrón.

El Carex morrowii 'Ice Dance' es una pequeña 'hierba' japonesa con un follaje luminoso, de estilo depurado, que formará en la sombra un denso ramillete de follaje que ocultará el suelo y desalentará las malas hierbas. En este uso, se puede combinar con el Milium effusum 'Aureum', el Geranio vivaz 'Czacor' o la vinca 'Atropurpurea'. Su diseño no requiere la presencia de otra planta a su lado, pero, en cambio, esta planta aportará mucha ligereza a las frondosidades de los rodgersia, a las plumas de los helechos, y también se combina muy bien con las heucheras coloridas. Dado que esta gramínea aprecia los suelos frescos a húmedos, encontrará naturalmente su lugar en los jardines de agua, entre piedras musgosas, dispuestas en las orillas o en el borde de un estanque, donde contribuirá a estabilizar. Colóquela también en el borde de los macizos de vivaces o al pie de un seto de persistentes un poco severos, aportará un toque de fantasía de forma constante. Para un efecto salvaje, plántela en masa en un jardín contemporáneo o campestre.