Carex oshimensis EverColor Everlime

El Carex oshimensis Everlime es una variedad de Carex de Oshima chispeante y luminosa, perfecta para animar durante todo el año los macizos, los bordillos o las jardineras en la terraza o el balcón. Con su porte libre, un poco despeinado, y sus largas hojas lustrosas con borde verde lima, forma un pequeño mechón de una intensa frescura, como una verdadera cabellera verde que dará estilo a cualquier decoración. Su floración otoñal es discreta, en pequeñas espigas marrones. Este falso pasto se cultiva sin dificultad al sol o a media sombra, en cualquier suelo ordinario pero que permanezca fresco.

El Carex oshimensis Everlime es una ciperácea perteneciente a la familia de las Ciperáceas, es una prima de las gramíneas a las que se asemeja. Se trata de una variedad reciente de la serie EverColor®, desarrollada en Irlanda desde hace más de 25 años y galardonada en el Plantarium de Boskoop (Países Bajos) en 2013. Proviene de una especie botánica japonesa muy rústica, extendida en los bosques rocosos de la isla de Honshu. Esta pequeña planta herbácea con rizomas cortos forma un mechón de porte compacto, ligero, erguido y graciosamente colgante, de aproximadamente 45 cm en todas direcciones. No se extiende con chupones, pero se expande año tras año. Sus hojas lineales, persistentes en invierno, graminoideas, miden hasta 35 cm de longitud. Sus bordes son afilados y su punta caediza. El tono verde vivo que las viste es mordido por un margen de un verde más claro y amarillo, más ancho cuando la planta se cultiva a media sombra, más estrecho al sol. En otoño aparecen, entre el follaje, pequeñas espigas marrón-negro de 1 a 3 cm sostenidas por tallos delgados de 15 cm de altura. Cabe destacar que este Carex de Oshima es muy persistente, vivirá muchos años en el jardín.

El Carex de Oshima Everlime es una pequeña 'hierba' con follaje refinado, de estilo depurado, que formará un hermoso ramillete de follaje muy primaveral que se desborda suavemente de las macetas. Su diseño no requiere la presencia de otra planta a su lado, pero, en cambio, esta planta halagará a sus vecinas y aportará mucha ligereza a los follajes exuberantes de las rodgersias, por ejemplo. Su textura contrasta con la de las frondas de helechos, su flexibilidad complementa perfectamente la redondez de las heucheras de colores fantásticos y subraya la belleza de los helechos. Como esta vivaz aprecia los suelos frescos a húmedos, encontrará naturalmente su lugar en los jardines de agua, en las orillas o en el borde de la charca, donde contribuirá a estabilizar. Colóquela en el borde de los macizos de vivaces. Para un bonito efecto salvaje, plántela en masa, en un jardín contemporáneo o campestre.