Cortaderia selloana Rosea

IMPORTANTE: por razones de preservación de nuestros ecosistemas naturales y de acuerdo con el Reglamento Europeo n°1143/2014 sobre la prevención y gestión de la introducción y propagación de especies exóticas invasoras, hemos retirado esta planta de nuestro catálogo. Por lo tanto, ya no está disponible para la venta.

El Cortaderia selloana 'Rosea', más conocido como Plumerillo, es una versión rosa de esta imponente gramínea persistente. Produce a finales de verano notables panículas plumosas y sedosas de un bonito tono rosa pálido, que se adornan con reflejos plateados muy suaves bajo la luz rasante del otoño. Esta vivaz bastante resistente y resistente al viento es fácil de cultivar al sol, en suelo ordinario, incluso pobre, ocasionalmente seco y cargado de sal.

El Cortaderia selloana, también conocido como Plumero o Cortaderia argentea, es una gran gramínea muy ornamental perteneciente a la familia de las Poáceas. Es originaria de América del Sur, específicamente de Argentina y Brasil, donde coloniza sembrando abundantemente los bordes de las carreteras y senderos, las orillas de los arroyos, los terrenos baldíos, en zonas perturbadas. Esta planta se caracteriza por su gran adaptabilidad al suelo que la acoge, aceptando incluso las condiciones semiáridas de las regiones de clima subtropical. Es una planta dioica, es decir, existen pies machos y pies hembras.

'Rosea' se distingue de la especie tipo principalmente por su floración rosa claro, pero también por un porte un poco menos imponente. Esta gramínea forma un manojo de follaje lineal, persistente en climas suaves, cortante, coriáceo y susurrante, de 1,80 m de altura y de 80 cm a 1 metro de ancho, con un porte ligeramente arqueado. Las hojas son de un verde gris azulado. Sus inmensas inflorescencias aparecen a finales de verano, en agosto-septiembre, en el centro del manojo, en forma de suntuosas panículas plumosas rosa plateado de 30 a 50 cm de longitud que perduran en la planta al menos hasta noviembre, palideciendo. Son sostenidas por tallos cilíndricos muy resistentes al viento. Cuando hay individuos machos y hembras presentes, las plantas hembras producen una gran cantidad de semillas que son dispersadas por el viento.

No hace falta presentar esta gran gramínea omnipresente en nuestros jardines desde los años 60. El único punto que quizás se pueda destacar es el mal uso que se ha hecho de ella. Es cierto que parece un poco ridícula, plantada allí solita, así, en medio de un césped cuando es tan hermosa usada en masa o en un macizo de flores, entre arbustos. El Cortaderia selloana Rosea forma de hecho amplios manojos de un aspecto muy exótico, pero no se adoptará en el jardín sin haberse tomado el tiempo de reflexionar; su lema bien podría ser: "¡Aquí estoy, aquí me quedo!". Esta gramínea poco exigente ofrece la ventaja de adaptarse a todos los jardines, excepto quizás a los más pequeños. Hecha para los grandes macizos, su fuerte presencia aporta una hermosa estructura y mucha gracia, si se le deja espacio para expresarse. Los jardineros contemplativos la instalarán entre los ásteres, detrás de los crisantemos o rosales trepadores, y la dejarán crecer y expandirse. En un ambiente salvaje y despeinado o moderno y depurado, se la ve jugar con el viento y doblarse bajo las lluvias. En la ciudad, los plumerillos se integran bien, con sus colores pastel, para suavizar las esquinas sin chocar. Magníficas plantadas en los alrededores de los puntos de agua, acompañan a las vernonias en suelos drenados.

Atención: El plumerillo resulta invasivo en algunas regiones. Escapada de los jardines, coloniza tierras en barbecho, medios arenosos, zonas húmedas... lo que causa importantes trastornos ecológicos. Si vives en una región afectada, te recomendamos no plantarla. Puede ser reemplazada por numerosas gramíneas arquitectónicas, como los Eulalia.