Miscanthus giganteus

¡Gigante! ¡El calificativo no es exagerado para el Eulalia Gigante que fácilmente alcanza los 2,5 a 3 m de altura durante la floración!

Esta gran gramínea vivaz forma un macollamiento amplio y erguido, que requiere espacio pero nunca resulta invasivo como muchos bambúes con los que a veces se confunde.

Los tallos erguidos de esta eulalia llevan hojas en forma de cinta, arqueadas, de un verde pálido ligeramente azulado, con la nervadura central plateada. El follaje adquiere en otoño tonos suaves, rubios a marrones, preciosos al final de la temporada y en invierno. Después de un verano largo y cálido, la eulalia gigante puede florecer hasta el otoño en largos espigas plateadas, de hasta 20 cm de largo, pero esta floración es más rara que en otras eulalias. Las largas espigas son valiosas adiciones en ramos de flores y bayas en otoño.

El Eulalia Gigante puede ser plantado en macollamiento aislado, arquitectónico, pero también resulta muy valioso para formar un seto en el fondo del jardín, eficaz sustituto de un seto recortado.

 Para asegurar tal presencia, la eulalia gigante tiene sus exigencias. Necesita un suelo no demasiado seco, preferiblemente fresco, profundo, pero no necesariamente rico. Se adapta incluso a un suelo pobre. Una vez establecida, resiste bastante bien a la sequía, aunque su crecimiento es entonces más lento.

 ¡Buen dato a saber: las eulalias comienzan a crecer tardíamente en primavera! Puede que después del invierno tengas la impresión de que el macollamiento está seco y no dará más, pero un poco de paciencia y a partir de mayo, esta gran gramínea "arranca" y recupera en pocas semanas su estatura imponente.