Miscanthus sacchariflorus

El  Eulalia sacchariflorus, también conocido como Tipa o Eulalia, se distingue por su amplio follaje marcado en tonos marrón y plateado a lo largo, y por su floración que forma una cascada sedosa de espigas plumosas y plateadas habitadas por ligeras reflexiones rojas, a finales de verano. Es una gramínea de formas generosas, a la que se le dejará un poco de espacio para desplegar su follaje que se encenderá muy pronto en otoño. Exótico, gráfico y salvaje, su fuerte presencia se adapta a los jardines de todos los estilos, integrándose en los límites de paisajes de boscaje, o destacando en la terraza en grandes macetas. Basta con instalarlo al sol en un suelo ordinario, que mantendrá un poco de frescor en verano.

El eulalia sacchariflorus es una planta vivaz de la familia de las poáceas, originaria de Asia oriental, del Extremo Oriente soviético, de China, pero naturalizada en América del Norte. Rústica al menos hasta -25°C, forma un robusto macollamiento de porte un poco suelto alcanzando de 1 m 60  a 2 m de altura en flor, quedando el follaje a 80 cm del suelo, ocupando unos 80 cm de ancho. Su crecimiento es bastante rápido en suelo fértil, sostenido por largos rizomas escamosos bastante delgados que le permiten expandirse lentamente. El follaje muy decorativo, verde glauco, está recorrido por una línea mediana plateada y líneas longitudinales marrones. Está compuesto por hojas en forma de cinta, bastante anchas, bastante flexibles. Adquieren un bonito tono cobrizo a naranja al final del verano. La floración comienza en agosto, emergiendo por encima del follaje en el extremo de numerosos tallos gráciles. Se alarga luego de manera espectacular, alcanzando 10 a 35 cm de longitud, en espigas plateadas muy sedosas, para teñirse ligeramente de rojo cobrizo a la madurez. Esta planta ofrece sin duda una de las más bellas flores del género eulalia. Esta gramínea no es invasiva.
 

Con el perfecto matrimonio de suaves plumas plateadas bailando sobre las cintas cobrizas de su follaje, el Eulalia sacchariflorus atrae todas las miradas a finales de verano. Merece que se le reserve un poco de espacio para expresar todo su potencial en el fondo de un macizo. Se utilizará tanto plantado en masa, para confeccionar un gran bordillo, como para formar un pantalla con variedades más altas como el eulalia 'goliath', en el límite del jardín. Esta hermosa pantalla de verdor realzará los arbustos florales y sublimará los follajes otoñales. Dos pies instalados cara a cara pueden marcar una entrada, por ejemplo, de manera original y natural. Aproveche su porte en forma de fuente para exhibirlo, en una zona un poco elevada, como un gran talud o una pendiente, asociado a las floraciones otoñales de los ásteres (Aster laevis Calliope, Aster turbinellus, Aster cordifolius) o de los girasoles (Helianthus maximiliani, Helianthus salicifolius, Helianthus atrorubens...). Se combina bien con los Perovskia y el Stipa arundinacea, las margaritas de otoño, las anémonas japonesas y los crisantemos vivaces.