Miscanthus sinensis Kleine Fontäne

El Miscanthus sinensis Kleine Fontäne es una espléndida variedad de Eulalia que se distingue por su porte elegante, en forma de "fuente" particularmente gracioso. Menos alto que la variedad 'Grosse Fontäne, este caña de China ofrece una floración más temprana y su follaje otoñal se tiñe de púrpura cobrizo. Sus espigas plumosas rojo-atrevido pronto se vuelven plateadas pálidas, creando un cuadro mágico con el follaje al final de la temporada. Es una gramínea resistente, de fácil cultivo al sol en cualquier suelo drenado, pero que permanece fresco en verano. Aunque su follaje es caduco, su silueta sigue siendo interesante gran parte del invierno.

La eulalia Kleine Fontäne pertenece a la familia de las Poáceas. Es una forma hortícola derivada de Miscanthus sinensis, originaria de China (en la región pan-himaláyica hasta 2000 m de altitud), Corea, Japón, Taiwán, Malasia y Nueva Zelanda. Esta gran gramínea perenne y cespitosa*, con rizomas cortos, forma un mechón con porte erguido que luego se inclina, alcanzando una altura de 1.50 m en floración, con un diámetro de 1.20 m. Las hojas son delgadas, muy largas, muy flexibles, inicialmente verdes con una línea central blanca, luego burdeos a púrpura cobrizo en otoño. En julio-agosto emergen largos tallos florales del follaje. En la punta de estos tallos se forman espigas digitadas y sedosas de 20 a 30 cm de largo, de un tono rojo-rosado. Al marchitarse, adquieren un tono plateado. Los penachos están compuestos por diminutas flores rosadas que aparecen y luego se cierran un poco, para abrirse de nuevo cuando maduran. Entonces adquieren un aspecto más pálido y más plumoso. Los Miscanthus, resistentes hasta -20 °C, prefieren exposiciones cálidas y un suelo sano, rico y profundo, bien drenado.

*Este término designa, por ejemplo, un tipo de gramínea cuyos rizomas no son rastreros.

El Miscanthus Kleine Fontäne es una "planta" ideal para grandes macizos a los cuales su presencia aporta una buena estructura, color en otoño y mucha gracia. También será adecuado para jardines silvestres y jardineros contemplativos. Solo hay que plantarlo entre los ásteres gigantes y los rosales paisajísticos, rodeado de ajugas rastreras o de coralitos, observarlo crecer y desarrollarse, jugar con el viento y la luz baja del otoño, y doblarse bajo las lluvias. Llegado el invierno, al igual que los coníferas, ilumina el jardín con su reconfortante silueta. Tiene su lugar en decoraciones contemporáneas, de líneas depuradas, junto a bambúes o helechos si el suelo es fresco. Los miscanthus se prestan bien para formar setos, constituyendo una pantalla en el borde de un camino, para aislar una parte del jardín o simplemente para ocultar la vista hacia la calle o el jardín de un vecino. También es posible cultivarlos en grandes macetas. Por último, este caña de China permite hacer bonitos ramos secos.