Blechnum chilense - Helecho costilla de vaca

El Blechnum chilense es un hermoso helecho sudamericano con grandes frondas erguidas y rígidas, espectaculares. En su juventud son de color bronce, luego adquieren tonos verdes brillantes. Ofrézcale un suelo ácido a neutro, húmico y fresco o incluso húmedo, pero perfectamente drenado, a la sombra densa o clara. Se lucirá en un jardín con un ambiente exótico y exuberante, pero debe reservarse para climas templados.

El helecho del Chile es una planta que se encuentra en las orillas de ríos, en los bosques húmedos. Los últimos estudios genéticos han clasificado esta especie en un nuevo género, por lo que a veces se encuentra ahora bajo el nombre de Parablechnum cordatum. Forma matas densas de frondas persistentes erguidas o ligeramente arqueadas, coriáceas y rígidas, en pecíolos rojizos. Emergen en tonos bronce y luego se tornan a un verde botella brillante en el haz de las frondas, y verde claro en el envés. Las "folioles" (llamadas pinnas en los helechos) son puntiagudas, y su margen es ligeramente ondulado. Nacen dobladas en arco de círculo (lo que les vale su divertido nombre local de "costillas de vaca"). En esta especie, las frondes fértiles son muy diferentes de las frondes estériles: de color pardo, sus pinnas son muy estrechas. Las matas se propagan por rizomas, y los pies muy viejos a veces forman un pequeño tronco erecto. Bajo nuestros climas, la planta alcanzará en buenas condiciones cerca de 1 m de altura por 1 a 1,50 m de ancho, pero en sus regiones de origen, las matas pueden ser mucho más imponentes.

Dado su origen, el Blechnum chilense aprecia los climas templados: su rusticidad no superará apenas los -10 a -12°C una vez establecida y en una situación resguardada (las frondes se dañan por debajo de -6°C). Debe reservarse para regiones donde el invierno no sea demasiado duro, pero tampoco los veranos demasiado calurosos o secos. Proteja las frondes de la nieve, que tiende a romperlas. Esta especie requiere un suelo ácido o neutro, rico en materia orgánica, húmedo a fresco, pero sobre todo bien drenado, de lo contrario la cepa puede pudrirse. Una aportación de compost de hojas puede mejorar su suelo si es demasiado pesado, pero evite plantarla en un terreno demasiado arcilloso y húmedo durante el invierno. Puede sortear este obstáculo plantando en una ladera fresca, o elevando la planta. La cultivo en maceta es posible, controlando el riego.

Si su clima lo permite, apueste por el jardín tropical asociándolo con los helechos arborescentes (Dicksonia, Cyathea), aunque otros helechos más resistentes como Dryopteris sieboldii o Polystichum acrostichoides también pueden desempeñar muy bien ese papel de manera más moderada. El Fatsia polycarpa, el Boehmeria biloba y el Arthropodium cirratum también serán compañeros maravillosos para crear un ambiente exótico y gráfico!