Dryopteris wallichiana - Helecho de Wallich

El Dryopteris wallichiana, a veces llamado Helecho de escamas doradas, es una gran especie semipersistente que posee la nobleza y la majestuosidad de las plantas excepcionales. En primavera, el espectáculo mágico de sus brotes marrón dorado desplegándose casi a simple vista da paso en verano al esplendor de sus amplias frondas plumosas, de un verde claro y ácido que contrasta con una gruesa nervadura central escamosa y negra. A la manera de los helechos arborescentes, con la edad forma un tronco basal bastante corto. Su cultivo es relativamente fácil a media sombra, en cualquier suelo fresco y bien drenado, pero es en un suelo rico y profundo, muy humífero, donde mostrará todo su esplendor. Lucirá mucho en un macizo exótico o en una gran maceta.

El Dryopteris wallichiana forma parte de un amplio grupo de plantas conocidas como helechos dryopteris, que son todas especies terrestres caducifolias o semipersistentes, pertenecientes a la familia de los dryopteridáceas. El Dryopteris de Wallich es originario de Asia oriental, más precisamente de Nepal, Birmania, China, Pakistán y el sur de Japón. Dependiendo de su origen geográfico, los Dryopteris wallichiana presentan características variables en cuanto a color y forma de las pínnulas. Una planta adulta formará un mechón de 1 m a 1,50 m de altura y 80 cm de envergadura. Creciendo a partir de un rizoma ascendente, desarrolla un estípite (pequeño tronco) de 15 a 20 cm de altura, cubierto de escamas estrechas, de caoba a negro. Sus frondas se originan en el estípite, comenzando con la apariencia de brotes escamosos y suaves, de un marrón claro dorado. Cada brote se despliega, extendiendo sus pinnas puntiagudas y curvadas hacia arriba, pasando de un verde casi amarillo en primavera a un verde medio en verano. El haz de la fronda es un poco más oscuro que el envés, verde claro. El raquis (la 'columna vertebral' de la fronda) y las nervaduras están cubiertos de escamas marrón muy oscuro a negro. Las frondas pueden alcanzar de 1 m a 1,50 m de longitud y 30 cm de ancho, y pueden persistir si el invierno no es demasiado riguroso.

Entre los helechos de las zonas templadas del mundo, el helecho macho es sin duda el más común y también, hay que decirlo, uno de los más fáciles de cultivar. Se presenta en formas muy diversas, a veces caducifolias, a veces persistentes, pero siempre interesantes. El Dryopteris wallichiana es una planta ideal para llenar rápidamente un jardín recién plantado. Se puede asociar con la Soleirolia, los Eucomis, los Hostas, las Hortensias y las Fuscias arbustivas, siempre en luz tamizada o en sombra. Lo hemos plantado en nuestro jardín exótico donde no pasa desapercibido. Sus grandes plumas de verde claro surgirán de la sombra en un rincón un poco descuidado de la terraza, si se instala en una maceta muy grande llena de tierra fértil.