Polystichum setiferum - Helecho peludo

El Polystichum setiferum, también conocido como Polystic de pelos o Aspidie de cilios rígidos, es un helecho semipersistente de cultivo fácil en todas nuestras regiones, muy común en los jardines. Presenta una forma armoniosa, a la vez expandida y divergente, sostenida por grandes frondas alargadas, intensamente divididas, flexibles y suaves al tacto, adornadas con un verde brillante. En primavera, sus jóvenes brotes en forma de prefoliación circinada se despliegan brillando bajo escamas plateadas. Se sentirá a gusto en una ubicación sombreada, en un suelo profundo, húmedo pero drenante.

El Helecho de cilios rígidos, anteriormente conocido como Polystichum angulare, es una especie botánica originaria de Europa Occidental, especialmente del sur, de Gran Bretaña, pero también de Asia templada y África del Norte. Su hábitat natural está compuesto por bosques y barrancos sombreados. Se encuentra de forma natural en casi toda Francia y en Córcega, en altitud. Es una planta vivaz de la familia de las dryopteridáceas, que ha dado origen a más de 300 cultivares más o menos diferenciados. El Polystichum setiferum se asemeja al Polysticchum aculeatum, pero se distingue por la textura más suave de sus láminas foliares y su matiz. Por lo general, se secan en otoño. Este helecho forma un mechón expandido con porte erecto, de 40 a 80 cm de alto y ancho. Los jóvenes brotes que emergen en primavera son marrones, luego se despliegan revelando escamas plateadas y brillantes. Las frondas ligeramente arqueadas presentan una lámina ensanchada en el centro, muy dividida en 30 a 40 pares de pinnas subdivididas en pínnulas dentadas, cubiertas de pelos. El pecíolo de cada fronda es muy escamoso y marrón.

Los polystichum componen un género muy variado y particularmente decorativo a lo largo del año en la mayoría de las especies y variedades. El Polystic de pelos es una especie que se adapta a muchas situaciones frescas y sombreadas, en suelos drenantes ya que teme la humedad estancada, desde el Norte hasta el Sur de Francia. Sus grandes frondas sedosas que emergen de la sombra invitan al tacto, en el recorrido de un pasillo sombreado. En el sotobosque, se puede asociar con plantas sencillas y poco exigentes como el acebo, el mahonia sin espinas, los cotonéasters. También se combina bien con los bambúes, los fucsias arbustivos, los nandinas y los hostas. Los helechos son magníficos en el borde de estanques o en grandes rocallas sombreadas.