Menta de montaña - Pycnanthemum muticum

El Pycnanthemum muticum, comúnmente conocido como Micromeria en su país de origen, es una planta vivaz de montaña en América del Norte, relacionada con las mentas, con hojas que desprenden un poderoso aroma a Hierbabuena al ser aplastadas. Creciendo en densos mechones de un verde bastante oscuro, también es muy decorativa por su larga floración estival en espigas adornadas con pequeñas flores tubulares rosadas rodeadas de brillantes brácteas plateadas. Hermosa y útil a la vez, muy resistente, vigorosa pero no invasiva, fácil de cultivar en un suelo no demasiado seco, esta falsa menta deleitará a los amantes de las bonitas plantas silvestres sin complicaciones. 

El Pycnanthemum muticum pertenece a la extensa familia de las lamiáceas. Es originaria de las regiones orientales de América del Norte, donde crece en montañas bajas y medias, en los bordes de los bosques y en praderas húmedas desde los estados de Massachusetts hasta Michigan, y hacia el sur hasta Luisiana y Florida. Es una planta vivaz medicinal resistente y caduca, con tallos ramificados de sección cuadrada y un rizoma poco invasivo. Con una altura y anchura promedio de 60 cm, tiene hojas ovales, lanceoladas, con punta afilada, muy aromáticas al ser aplastadas. Miden 5 cm de longitud y tienen bordes finamente dentados. Su color es verde oscuro y brillante. Desprenden un aroma potente pero agradable, bastante similar al de la Mentha spicata, pero contienen una alta concentración de pulegona, un compuesto tóxico (abortivo) en caso de ingestión en grandes cantidades. El segundo punto fuerte de esta planta es su floración, que ocurre de junio a septiembre. En el extremo de los tallos foliados aparecen espigas compuestas por diminutas flores de color rosa pálido, bilabiadas, rodeadas de brácteas foliares que parecen estar cubiertas de plata. Esta floración es muy melífera y nectarífera. 

La Micromeria se cultiva en toda Francia, excepto en zonas costeras y en climas demasiado secos, en una exposición soleada que favorece la belleza de su follaje. Se pueden crear bonitos bordillos perfumados de aspecto muy natural, combinándola por ejemplo con tomillo de montaña, serpol, menta poleo, orégano y mejorana, todas estas plantas desprenden fragancias sorprendentes al más mínimo roce. También se puede integrar en un macizo más clásico, con helechos de colores vivos, gramíneas como Pennisetum alopecuroides, equináceas, amapolas orientales y muchas otras. Realza la silueta erguida de las digitales y delphiniums, así como la forma en cascada de pequeñas gramíneas anuales (Lagurus ovatus, Setarias viridis Caramel, Pennisetum setacetum Rubrum minimus...).