Tomillo - Thymus mastichina

El Thymus mastichina o Tomillo resinoso es más conocido por los amantes de la aromaterapia que por los jardineros: de sus flores se extrae el aceite esencial de 'Mejorana sylvestre', reconocido por sus propiedades antisépticas y expectorantes, ampliamente utilizado para tratar resfriados, sinusitis u otras bronquitis. Este subarbusto persistente tiene un pequeño follaje plateado que libera al ser aplastado un olor complejo, penetrante, con notas resinosas y alcanforadas. Florece en primavera, con hermosas inflorescencias blancas y redondas de aspecto peludo. Para el jardinero, es tanto una planta valiosa para zonas áridas difíciles de vegetar como una de las joyas del jardín de las simples.

Originario de la península ibérica, de España y Portugal, el Tomillo resinoso es una especie botánica perteneciente a la familia de las Lamiáceas. En la naturaleza, se encuentra en el centro y sur de España, arraigado en lugares rocosos y áridos quemados por el sol. En Portugal, recibe el bonito nombre de "bela luz", que se puede traducir como "bella luz", probablemente debido a la suave y luminosa apariencia de su floración. Este tomillo crece lentamente en un pequeño arbusto erguido, de porte ligeramente expandido y aireado. Alcanza una altura promedio de 35 cm con 30 cm de extensión. Sus ramas tienen pequeñas hojas plateadas y persistentes que desprenden al ser aplastadas un aroma fresco y embriagador, con aromas a regaliz, eucalipto y trementina. En mayo-junio aparecen en la cima de los tallos pequeñas inflorescencias esféricas compuestas por diminutas flores blancas encerradas en cáliz muy vellosos, responsables del aspecto peludo de las inflorescencias. Esta floración, al igual que la de todas las plantas de la familia de las Lamiáceas, atrae a numerosos insectos polinizadores. Extremadamente resistente a la sequía estival, perece por debajo de -12°C.

El Thymus mastichina es ante todo una planta de sol y suelo seco, valiosa para jardines costeros o mediterráneos protegidos de las heladas fuertes que podrían ser fatales en suelos mal drenados. Encuentra su lugar en rocallas, parterres sobre grava, o incluso en el borde de un camino. Se puede asociar con otros tomillos, con mejorana (Origanum majorana), lavandas, tomillos, romeros, teucrums, cistus gomosos y otras santolinas para evocar la garriga en una zona árida del jardín. Uno de los encantos de este tipo de arreglos radica en los aromas que desprenden todas estas plantas después de un día bien caluroso: se mezclan en un perfume complejo para disfrutar con los ojos cerrados: intenso, atrapante, constituye la quintaesencia de la campiña mediterránea.