Claytonia sibirica - Belleza siberiana de primavera

La Belleza siberiana de primavera o Montia sibirica es una pequeña planta vivaz persistente que produce un velo de pequeñas flores rosa pálido con vetas de rosa brillante sobre sus pequeñas hojas carnosas, de un verde oscuro brillante. Florece solo una vez en su vida, pero incansablemente, desde la primavera hasta el otoño, y se siembra de manera natural en los rincones más pequeños de los bosques. Esta planta es ideal para cubrir el suelo entre las raíces de los árboles o arbustos. Se debe plantar a la sombra, en un suelo fresco o ocasionalmente seco, incluso pesado y compacto.

La Belleza siberiana de primavera es una planta de la familia de las portulacáceas, prima de los paraísos amantes del sol. Esta pequeña planta vivaz de vida corta es originaria de las montañas del oeste de América y de Siberia. Se la encuentra cubriendo los bosques húmedos con sus numerosos tallos estoloníferos y frondosos que nacen de rosetas carnosas. No supera los 15 cm de altura en floración y 20 cm de ancho para cada planta proveniente de una roseta. Monocárpica, florece solo una vez en su vida y luego desaparece después de asegurar su sucesión mediante la producción de numerosas semillas viables. Su floración es notablemente larga, de abril a octubre en suelo fresco, con una pausa en verano si las condiciones son más secas (algunas plantas pueden incluso desaparecer en verano). Cada planta produce en el extremo de cortos tallos laterales numerosas flores estrelladas de 5 pétalos, que miden de 8 a 20 mm de diámetro, con vetas rosadas sobre un fondo casi blanco. Sus hojas son suculentas, de color verde oliva, brillantes, enteras y ovales. Esta planta tiene raíces pivotantes hinchadas.

La Belleza siberiana de primavera es un vigoroso cubresuelos para usar al pie de los árboles y en el borde de los macizos, no teme la competencia de las raíces y se multiplicará naturalmente. Incluso soporta los suelos secos inevitables al pie de los coníferos. Forma un magnífico marco para todos los bulbos con flores blancas como el Azucena, los crinums y el Amarilis belladona. Es una planta simple, perfecta para áreas un poco salvajes, extremadamente fácil de usar y cultivar. Curiosamente, rara vez se encuentra a la venta. Comestible, se puede consumir en ensaladas.