Sagittaria montevidensis - Saeta de Montevideo

La Sagittaria montevidensis, también conocida como Sagitaria de Montevideo, es una planta acuática perenne que prospera en zonas poco profundas de ambientes acuáticos, floreciendo especialmente a una profundidad de agua entre 5 y 20 cm. Con hojas en forma de flecha, características de su género botánico, se distingue principalmente por sus flores excepcionales. Su magnífica floración blanca con un corazón rojo púrpura, que va desde finales de primavera hasta finales de verano, aporta un toque de pureza y elegancia a la superficie del agua. Con un exuberante follaje y grandes tallos móviles al viento, anima con sencillez los escenarios acuáticos.

La Sagittaria montevidensis, más comúnmente conocida como Sagitaria de Montevideo o Saeta de Montevideo, pertenece a la familia de las Alismataceas. Esta familia incluye plantas herbáceas, en su mayoría perennes y rizomatosas, adaptadas a ambientes acuáticos de regiones templadas, subtropicales o tropicales. Originaria de América del Sur, la Sagittaria montevidensis se encuentra en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Brasil, México, Perú y, por supuesto, en Uruguay, especialmente en la provincia de Montevideo donde crece a lo largo de los numerosos arroyos costeros de la región. Prospera en orillas de ríos, lodazales, así como en márgenes y riberas de ríos y lagos.

Esta planta herbácea perenne, con rizomas subterráneos, forma un mechón que alcanza entre 0,50 y 0,90 m de altura, compuesto por un follaje caduco dispuesto en roseta. Las hojas sumergidas son lanceoladas, mientras que las hojas emergidas son sagitadas y glabras, de 20 a 30 cm de largo y hasta 23 cm de ancho, elevándose sobre un largo pecíolo cilíndrico y esponjoso que puede llegar a medir 75 cm de largo. La floración se extiende de junio a septiembre, y las flores, surgen de la vegetación en tallos florales más cortos que las hojas y colgantes. Las flores, dispuestas en verticilos o en pares, en los nudos, tienen un diámetro de 2 a 3 cm. Están compuestas por tres pétalos blancos, cada uno con una mancha de color vino, y tres sépalos verdes. Cada una lleva 12 estambres con anteras amarillas. La polinización es realizada por insectos, lo que lleva a la formación de una pequeña cápsula que contiene las semillas. Estas se dispersan por el agua o se transportan adhiriéndose a los pelos, patas o plumas de los animales. Las semillas se propagan fácilmente en climas suaves.