Chiastophyllum oppositifolium

Chiastophyllum oppositifolium, también conocida como Lirio de los valles, es una planta vivaz suculenta, tapizante y persistente, que se adorna, a finales de primavera y en verano, con racimos colgantes de pequeñas flores amarillas. Es una planta originaria de las montañas del Cáucaso, que prefiere la sombra y la frescura, a pesar de lo que pueda sugerir su follaje carnoso. Esta planta silvestre y preciosa es ideal para las rocallas frescas y sombreadas.

Chiastophyllum oppositofolium pertenece a la familia de las crasuláceas. Es originaria de las zonas montañosas al oeste del Cáucaso. Las grietas frescas de las rocas son su hábitat natural. Esta planta crece en tapiz, pudiendo alcanzar una altura de 15 a 20 centímetros, pudiendo extenderse indefinidamente. La floración tiene lugar en junio, con flores de cinco pétalos de color amarillo, organizadas en racimos primero erguidos y luego colgantes, recordando a las del lirio de los valles. Sus hojas son persistentes, carnosas, redondeadas, dentadas de manera gruesa, de un hermoso verde brillante, las más bajas teñidas de óxido. La planta se desarrolla a partir de un rizoma.

Plante la lirio de los valles en una rocalla semisombreada, junto a las saxífragas (Saxifraga stolonifera), de Ramonda, Lewisia y los bergenia, bajo un banco, cerca de una cascada, en las grietas de los muros y muretes que iluminará sutilmente. También es una buena planta tapizante.