Clinopodium vulgare

Clinopodium vulgare, el Calaminta velloso, también conocido como Calamintha clinopodium, es una planta vivaz cercana a las Calamintas que crece espontáneamente en los bordes de los bosques o al pie de los setos en la mayoría de nuestras regiones, principalmente en suelos calizos bastante secos en verano. Con una larga floración estival melífera en tonos rosa púrpura, esta planta es útil para las abejas, pero también para los jardineros por su capacidad de tolerar la competencia de las raíces de los árboles y arbustos, así como la sequía que provocan.

El Clinopodium vulgare pertenece a la familia de las Lamiáceas, al igual que las mentas, ajedreas, tomillos y otras Nepetas. Es una especie botánica eurasiática y submediterránea, también presente en el norte de África. También es una planta comestible, medicinal y tintórea, aunque carece de fragancia. Es una planta vivaz con rizomas rastreros que forma un macizo de tallos foliados de 35 a 70 cm de altura, que se extienden con el tiempo. Sus hojas verdes, arrugadas, velludas y ligeramente dentadas, se asemejan un poco a las del orégano. La floración ocurre de julio a septiembre. Del follaje emergen tallos erguidos, ramificados, con hojas ovales, cubiertas de pelos. Las pequeñas flores rosa púrpura se agrupan en grandes racimos erizados y plumosos, en las axilas y en la punta de las ramas. Es una planta silvestre nativa muy resistente y poco exigente en agua.

El Calaminta velloso es ideal en un jardín natural, especialmente en suelos calizos. Se utiliza para vegetar el borde de un sotobosque, un lugar descuidado por otras plantas. Para acompañarlo, elige otras plantas silvestres intrépidas: Menta de gato Calamintha nepeta, Melisa citronella, Hierba doncella, Geranio sanguíneo, por ejemplo.